El público arropa en masa la primera procesión california en Cartagena
La Virgen del Rosario y el Cristo de la Misericordia desfilan por la ciudad en una noche con buen tiempo y gran ambiente
C. R.
CARTAGENA.
Sábado, 23 de marzo 2024, 08:20
La Virgen del Rosario y el Cristo de la Misericordia fueron los grandes protagonistas de la procesión con la que la Cofradía California se estrena cada Semana Santa en la noche del Viernes Santo desde hace cuatro décadas. Y sobre todo Ella, en su majestuoso trono de palio, llevada con seriedad por unos portapasos que demuestran devoción, arrancó por igual expresiones de admiración y fervor en su paseo anual por las calles con más solera de la vieja Cartagena.
Algo más de cuatro horas estuvo en la calle esta procesión con seis tronos, tres de ellos a hombros, que dejan algunas estampas singulares. Como el desfile del tercio de mujeres de la Oración en el Huerto con esos traje con cola y sin capa, con el cirio al cuadril, tal y como desfilaban los penitentes en Cartagena hace dos siglos.
En una noche espectacular de temperatura y ambiente, sobresalió igualmente el desfile del tercio femenino de la Virgen california, con su trono Jesús y María en casa de Lázaro. Precedían a otro tercio también femenino, el del Ósculo, y con la Despedida de Jesús, grupo escultórico llevado a hombros de mujeres portapasos, las pioneras de Cartagena. Igualmente lleva escolta femenina de la Policía Local de Cartagena, con la que hace unos días ratificó su hermanamiento. Las agentes de la autoridad lucieron un nuevo gallardete.
El estreno californio es eminentemente femenino. En los tercios de penitentes hace tiempo que las mujeres ganan en número a los hombres.
Como cotitular de la procesión, la talla del Cristo de la Misericordia realizada por José Hernández Navarro fue acompañada por la mesa de la cofradía, presidida por primera vez con la túnica encarnada, el cíngulo dorado y la doble cruz de hermano mayor por Pedro Ayala Gallego, con su plana mayor, es decir, con su mesa.
La procesión la cerró la Virgen del Rosario, con el único palio californio y un sudario de estreno, bordado en unos talleres de Granada siguiendo un diseño que realizó en 1994 el inolvidable mayordomo Balbino de la Cerra. El desfile serio de sus portapasos fue correspondido por el público con continuas ovaciones; tantas, como las que conquistaron los miembros de la sección de honores de la Agrupación de Granaderos, con su marcialidad y originales malabares con sus mosquetones.