Un corazón blanco

La expresión 'Domingo de Resurrección', para una cristiana, cofrade y cartagenera como yo, es sinónimo de Viernes de Dolores, de Miércoles Santo y de Viernes Santo, es decir, de día grande para mi fe, mi devoción y mi amor a mi amada Cartagena. Pero, obviamente, para una persona que tiene el corazón blanco resucitado desde su más tierna infancia, y que concibe su desfile penitencial bañado por la luz del sol, decir 'Domingo de Resurrección' toma unos tintes un poco más especiales.

Domingo de Resurrección evoca luz, alegría, olor a flor blanca y a día despejado, acompañado todo por el júbilo de unos hermanos cofrades que llevan un año trabajando para mostrarle, en aproximadamente tres horas, al pueblo cartagenero y a todo aquel que se acerque a esta bendita tierra, el esplendor de la procesión más jubilosa que nuestra semana grande ostenta.

Como hermana blanca, y de la agrupación de la Santísima Virgen del Amor Hermoso, no puedo negar que abrir la ventana esa mañana santa y no encontrar un sol radiante hace decaer mi ánimo, ya que el color de la flor y el vestuario de las agrupaciones relucen como joyas a la luz de ese sol que Cartagena nos regala en primavera. Pero he de decir que, con solo pisar los aledaños de Santa María de Gracia y ver, desde primera hora de la mañana, la alegría de foráneos, extranjeros, penitentes, portapasos y nazarenos, mi humor da un giro de 180 grados, y si el día no acompaña en el tiempo, y el cielo no le da tregua al sol, el amor de todos los que ese día se regocijan del triunfo de la vida eterna sobre la muerte, hace que mi corazón se caliente, ya que dotan al desfile penitencial de la luz que necesita para anunciar la Resurrección de Nuestro Señor.

Ese día Cristo no sale a la calle humillado y vilipendiado, sale triunfante y redentor, su flor tiene más aroma, la música que acompaña su paso alegre anuncia que vive, y los que un día lo dejaron todo para seguirlo, el Domingo de Resurrección lo acompañan por las calles de Cartagena para dar testimonio de la buena nueva. Y Santo Tomás cree, y en Emaús lo reconocen y lo alaban. En Tiberiades los pescadores llenan sus redes porque Cristo ha resucitado, el Sepulcro está Vacío y María Magdalena sale a dar la buena noticia bajo su característico limonero. Y, como no, siempre fiel, Juan, su discípulo amado acompaña a una Madre que, dejando de lado el luto y el dolor, muestra, en su semblante tranquilo, que su Hijo vive, y que su muerte ha redimido los pecados del mundo.

Sólo me resta encomendarme a Nuestro Padre Jesús Resucitado y a mi amada Virgen del Amor Hermoso y pedirles que pongan su mano sobre nosotros, y que nos protejan de las inclemencias del tiempo, para que podamos, un año más, ser ejemplo y camino directo de unión entre ellos y su pueblo.

Dulce Ruiz Sánchez. Mayordomo Censor de Cuentas Cofradía Resucitado.

Entre las novedades que presenta la procesión del Domingo de Resurrección cabe destacar el crespón blanco que lucirá en todos los sudarios en recuerdo de Salvador Martínez Navarro, Mayordomo Cronista, fallecido recientemente.

La agrupación del Santo Ángel de la Cruz Triunfante estrena arreglo floral, mientras que la agrupación titular Nuestro Padre Jesús Resucitado, que celebra el 25 aniversario de la primera salida del trono a hombros, ha pulido y bañado las cartelas, a cargo de José Socolí.

Otra agrupación de aniversario es la del Santísimo Cristo de la Resurrección, que estrena la marcha titulada 'Camino de la Resurrección' y que ha restaurado su grupo escultórico. La encargada ha sido Macarena Poblaciones Magro.

Esta misma restauradora se ha encargado de restaurar el grupo escultórico de la Aparición de Jesús a Santo Tomás. La Agrupación del Sepulcro Vacío-Mensaje del Ángel abre su desfile con un fuelle constituido por cuatro banderines de raso color teja bordado en hilo de oro con el escudo de la agrupación. También como novedad se recuperan cuatro trompetas con sus respectivas galas en raso del color de agrupación, pintadas con el nombre de las tres mujeres que aparecen en el trono.

Por último, la Santísima Virgen del Amor Hermoso estrena peana de estilo neobarroco en forma de carrete y remates acaracolados, recubierta de plata. La obra ha sido creada por el orfebre andaluz Cristóbal Angulo.

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