Crean unas mascarillas que no empañan las gafas

La esperanza para acabar con la pandemia del coronavirus ha llegado con las vacunas, pero de momento el uso de las mascarillas siguen siendo obligatorio. Esta protección facial se quedará durante un tiempo más, así lo ha desvelado Margarita del Val, viróloga experta del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Son muchos los tipos de mascarillas que nos ofrecen. Desde las quirúrgicas que son las primeras que aterrizaron hasta la FFP2, la más recomendadas. Su empleo es molesto para muchos, pero no hay mejor opción para combatir el virus. Aunque nos proporciona una alta protección frente al coronavirus, provoca algunos inconvenientes entre algunos ciudadanos, ya que aquellos que llevan gafas sufren al empañarse los cristales con el aire que sale por la mascarilla. Este problema que obstaculiza la visión ya tiene solución.

Varias empresas han puesto su empeño en resolver este problema creando mascarillas 'antivaho'. BSafe es una de ellas, desarollando una protección facial para evitar que se empañen las gafas. Se ha conseguido a través de unas solapas sellantes situadas en la parte superior con el fin de impedir la salida de aire. El equipo de I+D de la empresa que ha creado este mecanismo asegura que cumplen los estándares de calidad, fiabilidad y seguridad que reclama la Unión Europea.

Lo primero en lo que nos tenemos que fijar cuando nos vamos a colocar esta o cualquier mascarilla es que se ajuste correctamente a la nariz para no dejar ningún hueco de acceso a las partículas de la Covid-19. Este detalle ya era recordado por José Luis Jiménez, un experto científico muy prestigioso que hacía hincapié en este acto de sellar bien la mascarilla a la nariz. Para activar esta funcionalidad 'antivaho' debemos plegar las solapas adicionales hacia dentro para luego volver a ajustar al rostro la mascarilla. Hay que detenerse en que las solapas estén fijadas en el interior sin provocar que se deformen o se salgan. De esta forma se efectuará el funcionamienro para frenar el aire que sale de la boca y la nariz.

Una vez que hemos asegurado todo estos pasos, su uso es como el de cualquier mascarilla que ya hemos utilizado anteriormente. Así, dejamos que las gafas se coloquen justo por encima ya no se volverán a empeñar. Como todavía queda para que dejamos atrás las mascarillas, este es un problema del que nos podemos olvidar gracias a este invento.