El último tren al Mundial 2030 para la dubitativa Murcia

Es el último tren para que Murcia acoja el Mundial 2030 que se disputará en España, Marruecos y Portugal. La FIFA, después de que el comité organizador español le presente la lista de ciudades seleccionables, ha marcado el 31 de julio de 2024 como fecha tope para sacar a la luz cuáles serán las ciudades elegidas y los estadios que acogerán la mayor cita futbolística a nivel mundial.

El Ayuntamiento de Murcia está haciendo números, estudiando la documentación y analizando los requisitos necesarios para llegar a tiempo, pero necesita pisar el acelerador. Las cifras ya están encima de la mesa: ser parte del Mundial 2030 le costaría a la candidatura murciana en torno a los cien millones de euros, de los que cerca de 37 irían destinados a adecuar el Enrique Roca, el estadio que acogería los partidos y que superaría los 42.000 espectadores de aforo. El resto de la inversión iría destinada a mejorar otras infraestructuras repartidas por la capital, entre ellas las que rodean al estadio, y la Región.

La clave para que el proyecto de Murcia salga es estructurar y repartir la inversión ya que el evento beneficiaría no solo a la capital de la Región, también a otras instalaciones deportivas en San Pedro del Pinatar, Cartagena, Lorca o Alhama, entre otros enclaves, y también a diversos establecimientos, tanto de servicios como hoteleros donde se alojarían los miles de aficionados que viajarían hasta Murcia para disfrutar de la experiencia mundialista junto a sus selecciones.

Además de determinar qué parte del gasto tiene que asumir cada una de las administraciones, incluso también la parte que podría afrontar el Estado a través de ayudas directas u otra financiación, el Ayuntamiento de Murcia aspira a contar en el proyecto con financiación privada, de empresas de la Región que se verían beneficiadas con que Murcia disfrutara, por primera vez en su historia, de partidos de un Mundial.

A día de hoy, teóricamente, España, Marruecos y Portugal se deben repartir 18 sedes, aunque Pedro Rocha, presidente interino de la Federación Española, ha pedido a la FIFA que sean 20, lo que podría aumentar el cupo de España, que pasaría de diez a once estadios. No obstante, y si no se produce el aumento, el Santiago Bernabéu, Metropolitano, Nou Camp, La Cartuja y San Mamés tienen hueco asegurado, mientras que las otras cinco o seis plazas se las tendrán que jugar entre El Molinón, Estadio Gran Canaria, Balaídos, Cornellá-El Prat, La Rosaleda, La Romareda, Nuevo Mestalla, Riazor, Anoeta y el Enrique Roca, aunque muchos de ellos no llegarán a la elección final.

Algunos de los principales competidores de Murcia tienen problemas burocráticos que pueden perjudicarles, como el que afecta al Valencia y al Ayuntamiento de la capital levantina. La licencia y el convenio urbanístico para levantar el Nuevo Mestalla, entre otros aspectos, han llevado a que la propia alcaldesa de Valencia, María José Catalá, a asegurar que el proceso está aún lejos de resolverse a pocas semanas de que el Comité Organizador del Mundial 2030 tenga que presentar ante la FIFA su elección de las sedes.

Otra candidatura con problemas es la de Asturias. Orlegi Sports, actual propietario del Sporting de Gijón, creó un proyecto inicial con un gasto de 300 millones que hasta requería un nuevo plan urbanístico para toda la zona de El Molinón, instalación municipal. Posteriormente, y tras el 'no' de casi todas las partes, el proyecto se redujo a 150 millones el pasado frebrero, aunque tampoco ha cuajado.

La oposición a la alcaldesa Carmen Moriyón, de Foro Asturias, ha presentado un proyecto de cerca de 30 millones de euros que dotaría a El Molinón de 43.230 butacas manteniendo la estructura actual del estadio y construyendo un nuevo techo uniforme que cubiría todos los asientos. Pero las disputas políticas pueden tirar abajo la candidatura asturiana, algo que no debería pasar en Murcia dado que el Ayuntamiento de Murcia y el Gobierno Regional son del mismo partido.

Murcia tiene competidores que están mejor organizados. El trabajo conjunto entre el Cabildo y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, por ejemplo, está potenciando una candidatura que señala a la isla como «un lugar idóneo para el evento por su conectividad, infraestructura de alojamiento y experiencia previa en la organización de eventos internacionales». Una cita que los políticos canarios consideran rentable para la hostelería y restauración local pese a los 80 millones de inversión que serán financiados por el Cabildo insular y otras administraciones.

Galicia también está trabajando enconadamente y ha presentado un proyecto conjunto para Riazor y Balaídos con hasta con 14 subsedes, mientras que la inversión en La Rosaleda, el estadio de Málaga, superará los 100 millones. Menos de lo que invertirá la candidatura de Zaragoza, que piensa levantar un nuevo estadio en el mismo lugar que ocupa La Romareda.