Simón y Molina apuestan por «seguir creciendo» con un proyecto «continuista»

Con el pitido final y el sueño del ascenso alcanzado, la afición grana no pudo contener la emoción y terminó por invadir el terreno de juego en un momento de fanatismo puro. Emoción más que lógica después de los once años de sinsabores. Igual que los hinchas pimentoneros estuvieron los jugadores y cuerpo técnico que, con la victoria y el ascenso consumado, no pudieron evitar las lágrimas. Con los jugadores llevados en volandas por los más de 12.000 murcianistas, se asomaron las botellas de cava que, de la mano de Royston Drenthe como maestro de ceremonias, no tardaron en descorcharlas formando una lluvia de alegría y emoción.

Entre abrazos con afición y familia, los jugadores del Real Murcia comenzaron con los bailes antes de retirarse al vestuario. En la grada, junto a los fieles sufridores y al presidente del club, Agustín Ramos, se encontraba el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, que tuvo palabras para el equipo centenario. «Este es el primer paso para volver a Primera porque esta afición es de esa categoría. Este ascenso no solo va a repercutir en el aspecto deportivo sino también en el social y en el económico. Sin duda es uno de los momentos más importantes del año», dijo.

El exjugador Antonio López también acompañó al equipo y celebró, como uno más, el ansiado ascenso a Primera RFEF. «Es la misma felicidad, o más, que si hubiese estado en el terreno de juego. Se ha conseguido el objetivo», explicaba el lumbrerense, quien tuvo que colgar las botas con la temporada en marcha por un problema cardíaco.

Con la misma felicidad que el exmurcianista se encontraba Armando, capitán del club con el que consiguió, así, su primer ascenso con la camiseta grana. «Sentir desde dentro algo así es increíble. Cómo nos ha llevado en volandas la afición es único. Está claro que como murciano y murcianista siempre se recordará que aquí ascendimos».

Como Armando estaba Carrasco, autor del primer gol de la tarde. El portador del brazalete de inicio declaró, entre lágrimas, que esto es lo más grande que le ha pasado nunca. «Yo estuve aquí, en la grada, cuando jugamos el 'playoff' contra el Hércules y vivir esto no tiene nombre. Alicante ha sido murcianista», destacó.

El director deportivo, Manolo Molina, señaló que «teníamos la máxima responsabilidad por los aficionados que durante todo el año han demostrado que han estado con nosotros en los momentos más difíciles. El ansia y las ganas de agradar nos han hecho regalarle este ascenso al murcianismo». Con el ascenso ya conseguido, Molina recordó que «soy una persona que siempre he dicho que los proyectos tienen que ser continuistas. Tenemos que generar una base de proyecto y, como siempre, hay que darle un punto más de mejora. Es la estructura que pretendo y quiero para el año próximo».

Tras dejar el césped del Rico Pérez y con la afición todavía en el campo, pasó por la sala de prensa Mario Simón. Los jugadores no tardaron en irrumpir en la misma al grito de «¡Murcia yo te quiero, te vengo a ver!» y bañar en champán al entrenador murcianista. Un Mario Simón que también presenció cómo el presidente, Agustín Ramos, anunció su renovación para la próxima temporada ante el asombro de todos, hasta del propio entrenador que minutos antes declaraba que tanto el club como él mismo tienen que querer renovar.

Lo normal es que el técnico manchego siga, pero lo cierto es que hasta ayer no había recibido oferta formal para continuar. Ramos dio por hecha su continuidad. «Murcia es de primera y debemos seguir creciendo», subrayó el entrenador grana.

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