El Murcia pone la casta, el Córdoba el gol

Pero el Murcia no aprovechó su mejor momento y no creó ocasiones de gol cuando mejor estuvo sobre el césped y cuando su rival estaba débil. No sacó partido a su superioridad física y al hecho de que el rival estuviera incómodo. Pero no tuvo la pegada ni la puntería necesaria para resquebrajar a un Córdoba que, aunque se veía superado, se fue levantando poco a poco. En la segunda mitad los de Pablo Alfaro tuvieron menos compasión y no perdonaron a los granas.

Con los presupuestos de ambos equipos encima de la mesa y una diferencia abismal que explica la falta o no de calidad, elresultado final no sorprendió a nadie. Era lo lógico de antemano, el resultado más previsible. Nadie al final del curso podrá echar de menos los puntos perdidos ante el Córdoba, pero sí los que no sumó el Murcia ante el Sevilla Atlético, Recreativo Granada y Betis Deportivo, los rivales que claramente son de su Liga. Esos puntos perdidos, aunque hace semanas de esos partidos, son los que más duelen ahora ya que convierten la derrota ante el Córdoba un paso atrás que deja al equipo grana fuera de los tres primeros puestos. Aún así, en la vuelta del público al Enrique Roca, la afición grana vibró con su equipo en la segunda parte y se fue satisfecha del trabajo de los suyos, aunque la derrota ante el Córdoba fue un baño de realidad.

Al Real Murcia de la primera parte se le pueden recriminar pocas cosas. El equipo de Adrián Hernández luchó hasta que se hizo con el mando del partido y le metió una velocidad más a su fútbol que el rival, que perdía constantemente el balón ante las anticipaciones de los futbolistas granas. El nuevo Córdoba de Pablo Alfaro se veía sobrepasado por un equipo que estaba más motivado, a pesar de que tenía menos calidad y experiencia.

El escenario era casi el ideal, solo faltaba el gol. Tres defensores del Córdoba vieron tarjeta amarilla en los primeros minutos de la segunda parte y estaban hipotecados para el resto del choque. También Álvaro Moreno. El partido se puso brusco y solo había acercamientos granas a la meta rival, sin ocasiones claras de gol. Solo en los últimos minutos de la primera mitad el Córdoba pasó miedo y creyó de verdad que el Murcia se podría ir al vestuario con ventaja en el marcador.

Primero fue un centro de Toril que no consiguió rematar Chumbi, justo dos minutos antes de que Segura se topara con Jesús Álvaro. Pero la oportunidad más clara llegó tres minutos antes del final de la primera parte, cuando aparecieron los tres protagonistas anteriores. Pero Toril disparó demasiado alto y el Murcia se fue al descanso comprobando cómo todo su esfuerzo no había tenido el premio merecido. Sabía que quizás había perdido una oportunidad de oro ante un Córdoba que no era tan malo como llegó a aparentar ayer.

De hecho se cumplieron los peores presagios y en la segunda mitad el choque dio un giro inesperado. Javi Flores comenzó a aparecer, a sentirse cómodo. Y en una jugada del exfutbolista grana que dio un pase medido a Willy Ledesma, el delantero cordobesista hizo el 1-0 con un buen remate que Tanis no supo atajar. Resultado injusto para los méritos de uno y otro, pero realista por la capacidad de marcar de uno y otro equipo. El Córdoba demostró que no disparaba con balas de fogueo como el Murcia.

El equipo de Adrián Hernández quedó aturdido por el golpe durante algunos minutos en los que Javi Flores gobernó el encuentro y en los que el Córdoba sacó su jerarquía a relucir. Hasta que el Real Murcia se fue hacia arriba con la salida al campo de Pablo Haro y Palazón. Jesús Álvaro sufría en la banda izquierda y Chumbi cabeceó con peligro cerca del poste izquierdo de la portería de Becerra. El empate se palpaba, se dejaba notar.

Toril también se probó con un disparo seco desde casi fuera del área que el portero blanquiverde repelió con problemas. El Murcia mordía y el Córdoba no tenía más remedio que dar pasos hacia atrás. Ya no se sentía seguro. Hasta que llegó una jugada clave que pudo cambiar el partido.

Palazón, que generaba peligro cada vez que tocaba el balón, cayó dentro del área derribado por Bernardo Cruz. No fue una falta demasiado clara pero el colegiado pitó penalti. Los tres mil aficionados que poblaron las gradas del Enrique Roca se habían volcado con su equipo y habían conseguido calentar la fría tarde. Era la oportunidad de oro para recibir la recompensa merecida.

Pero Chumbi disparó demasiado centrado, queriendo asegurarse de que la pelotaba entraba cuando el portero visitante se tirara a uno de los dos lados. Pero Becerra supo esperar y le adivinó las intenciones. Por eso no se movió y sacó el balón con los puños sin necesidad de ir al suelo.

El penalti errado fue un jarro de agua fría en toda regla. El Murcia comenzó a desinflarse, Haro y Segura ya no parecían dos puñales y Adrián Hernández tiró de Curto para buscar un gol providencial como el de una semana atrás en Yecla. Pero el ariete catalán estrelló un balón en el larguero y no pudo enjugar el mal sabor de una derrota que se acrecentó con la evitable expulsión de Toril por agredir a un rival.

El Murcia deberá resarcirse contra el UCAM el próximo domingo, otro duelo importante para soñar de nuevo con las tres primeras plazas de la tabla.