Mario Simón se queda en el Murcia

El próximo año en la tercera categoría del fútbol español será exigente para el club y es po ello que el director deportivo grana, Manolo Molina, quiere intentar darle forma lo antes posible, debido a la gran competencia tras el salto de calidad en cuanto a división y los escasos recursos económicos que tendrá el Murcia en comparación con la gran mayoría de equipos con los que competirá en 1ª RFEF.

Antes de que las salidas y entradas acaparen todo el protagonismo, Molina tenía entre ceja y ceja la resolución del puesto en el banquillo. Por ello ha querido dejar plasmada la firma de Simón para partir de una base deportiva más que tranquilizadora. Y no es para menos, ya que se trata del entrenador que ha llevado al conjunto pimentonero a un ascenso tras once años de disgustos.

Acostumbrados a culebrones televisivos con finales eternos, en esta ocasión, este culebrón tiene un final feliz. Pero el proceso no ha sido fácil. Y es que, desde que el pasado 29 de mayo el presidente Agustín Ramos anunciara por sorpresa la renovación del entrenador murcianista, hasta su consumación, han pasado más de dieciocho días donde la noticia diaria era la cercanía de una firma que mucho ha tardado en llegar. Sin ultimátum aparente pero con posibilidad de recambio, Simón, que terminaba contrato el próximo 30 de junio, seguirá a las órdenes de una plantilla que, junto a Molina, intentará mejorar para conseguir los objetivos que el club se proponga de cara a esta próxima temporada y no volver a ser cuestionado a mitad de la misma.

Y es que, el entrenador manchego, no ha tenido todas de su parte durante este último año. Pese a terminar con el ascenso y siendo un auténtico ídolo de masas, el puesto de Mario Simón como entrenador ha estado en entredicho hasta la misma final del 'playoff'. Pero fue entonces Agustín Ramos quien disipó las dudas de su renovación aunque no ha podido concretarse hasta esta misma semana.

Simón nunca fue del gusto del presidente pero, gracias a Molina, quien confió desde el primer momento cuando apenas lo conocía nadie en la capital del Segura, fue captando semana a semana a una afición que pasó de criticarle a idolatrarle en cuestión de unos pocos meses. Atrás queda la más que recordada jornada en el Rico Pérez cuando se pidió su cabeza como técnico del banquillo murcianista tras la derrota por 3-0 ante el Hércules, a finales del mes de noviembre, marcando un punto de inflexión en el resto de la campaña. Fue desde entonces cuando, cada semana, su futuro era más que incierto y se especulaba sobre su reemplazo. Pero, con la confianza del director deportivo y, sobre todo, de su plantilla, Simón fue capaz de demostrar su valía. Escasos meses después, el Real Murcia consumó el ascenso a en el mismo estadio en el que todo pudo acabar.

Manolo Molina, que está en todo, también piensa en posibles renovaciones. Y es que, en los casos de Javi Saura, Pablo Haro y Athuman, la temporada ha ido de menos a más. El murciano estuvo a la sombra de jugadores como Julio Gracia o Pablo Ganet pero acabó siendo titular en la fase final llegando a los 26 encuentros disputados. Haro, por su parte, comenzó a ser titular a mitad de temporada, después de ser casi un descarte, tras el bajón de Juan Fernández y llegó a alcanzar los 24 encuentros.

El caso de Athuman es diferente. Se trata de un jugador que ha llegado a ser determinante cuando ha conseguido estar al cien por cien pero, cuando no lo ha estado, siendo en gran parte de la temporada, no ha conseguido aportar todo lo esperado. Ya veremos si renueva.