Julián Luna, un abogado sin miedo

Firmaron un contrato para que el supuesto inversor que está detrás de Luna hiciera dicho desembolso. Eso sí, curiosamente, y según el propio Luna, el presidente del Murcia firmó dicho contrato desconociendo, supuestamente, su nombre: «Antes de firmar no lo conocía, lo conoció después», reonoce el letrado, que a la vez deja entrever que al empresario abaranero no le convenció del todo que éste fuera Antonio Perea: «No se molestó, pero como todo el mundo pensó que 'joder', que espera que cumpla», contó ayer Perea a LA VERDAD.

Ramos, en este caso, fue bastante más confiado que en la negociación con Felipe Moreno, inversor con el que acordó desembolsar, de forma conjunta, diez millones de euros antes de que la relación se rompiera. Dinero que se iba a emplear para saldar parte de las deudas con Hacienda y Seguridad Social.

El problema es que Antonio Perea, el inversor que está detrás de Luna, genera poca credibilidad en la mayor parte de los seguidores granas tras años en los que el empresario archenero nunca dio el paso para convertirse en accionista de la entidad: «Yo me fío de Perea y del planteamiento que ha hecho. No he hecho negocios con él, pero conozco mucha gente que sí los ha hecho. Yo soy un abogado al que le han encargado un asunto y obviamente me he informado del cliente; no llevo a cualquier persona. Estoy convencido que Perea va a cumplir lo que él ha prometido», asevera Luna. Según el abogado, Perea prefería el anonimato y que su nombre no saliera a la luz: «No quería que se conociera su nombre por la imagen que tiene y porque parecía que eso le podía restar credibilidad al proyecto desde el principio, como ha pasado. Su obsesión era aparecer cuando el dinero estuviera aquí», confiesa Luna.

La confianza entre Ramos y Luna es tal que el propio abogado tiene un contrato exclusivo para que éste designe al inversor llamado a acabar con los problemas económicos del Murcia: «Tengo una relación muy intensa y cercana con Agustín, y se fió de mí. A veces surge la confianza y la afinidad. Él sabe que yo me comprometí y que voy a trabajar por el Murcia un doscientos por cien».

De hecho, técnicamente, no podría aparecer ningún otro inversor antes del 31 de enero y poner el dinero, si no es de la mano de Julián Luna: «Hay un compromiso por ambas partes y en principio no podría. Pero Agustín Ramos está en su derecho de buscar otras alternativas», admite.

No obstante, el propio Julián Luna, en caso de que su inversor vuelva a fallar, podría dar un paso adelante. De hecho, en su ámbito privado y entre sus personas de confianza ha deslizado que su ilusión es aterrizar en el Real Murcia, incluso presidir el club grana: «Yo soy el abogado de un inversor. Tuve que hacer el primer desembolso de 500.000 euros de mi bolsillo por urgencia, aunque sigo siendo el abogado de Perea. Actué en representación suya y por ahora no estoy aquí a título particular, de momento».

No obstante, Julián Luna dice que «yo no descarto estar, también quiero al Murcia y no niego que pueda ser accionista. Pero no es mi finalidad ahora, por un tiempo por los menos. Hasta que todo se normalice y cada uno esté en su sitio». De no cuajar su plan podría quedar señalado públicamente: «No tengo miedo, llevo treinta años en los juzgados y he pasado por muchas situaciones difíciles. Responsabilidad sí; sé de la trascendencia del Murcia», afirma el abogado de Archena.