Felipe Moreno quiere que los campos de Cobatillas vuelvan a tener vida el próximo mes de julio

Es una finca rústica que curiosamente y a pesar de cómo se le conoce coloquialmente entre los murcianistas, se encuentra en el término municipal de El Esparragal. Cuenta con 19.361 metros cuadrados y fue la casa del primer equipo del Real Murcia durante casi veinte años.

'Cobatillas', como se conoce a la única ciudad deportiva que ha tenido el club grana en su historia, fue adquirida a finales de los noventa por Jesús Samper y allí se ejercitaron los equipos de Pepe Mel, David Vidal, Jon Benjamin Toshack, Manuel Preciado, Kresic, Lucas Alcaraz, Javier Clemente, Julio Velázquez y una larga lista de técnicos que hicieron de aquella instalación su cuartel general. Allí se fraguó el Murcia de los ascensos a Primera de 2003 y 2007 y allí pretenden Felipe Moreno y Agustín Ramos que se forjen futuros ascensos de la entidad grana.

Actualmente, y hasta hace muy pocos días, la ciudad deportiva de Cobatillas ha estado abandonada. Desde que el club grana se vio obligado a echar el candado en octubre de 2019, uno de los periodos más duras en lo económico de la entidad grana, que tras la marcha de la familia Gálvez tuvo que afrontar multitud de pagos para evitar la desaparición. Su coste de mantenimiento y la obligación de acometer reformas urgentes invitó a la directiva de Tornel, entonces con muchos otros frentes abiertos, a tomar esta dolorosa decisión.

Meses después, desde el 28 de enero hasta el 17 de febrero de 2020 fue Hacienda la que la sacó a subasta ya que 'Cobatillas' había sido objeto de diferentes embargos desde varios años atrás, todavía bajo el mandato de Samper. Su precio de salida fue 636.000 euros, pero nadie pujó de verdad por este recinto encajonado entre varias naves industriales pero que aún así se encuentra en un entorno privilegiado.

Ahora, con la llegada de Felipe Moreno el club grana piensa ponerla en funcionamiento de nuevo. El objetivo: que la plantilla de Mario Simón deje de ser un equipo nómada que tiene que desplazarse fuera del término municipal de Murcia para entrenar. En los últimos años, y aunque ahora parece instalado en las instalaciones de Pinatar Arena en Roldán, no deja de ser un conjunto itinerante que se ha ejercitado en diferentes enclaves de la geografía murciana como Balsicas, Lorca, Santomera o Ceutí, entre muchos otros.

La idea del que se va a convertir en nuevo gestor grana es que la instalación esté lista para julio, justo cuando debe empezar a trabajar el Real Murcia 2022-23, ya sea en Primera Federación o en Segunda. Las reformas por acometer no son pocas. Empezando por cambiar la acometida de agua ya que hasta 2019 el Murcia regaba con agua procedente del Taibilla, mucho más costosa.

Pero el club grana también deberá cambiar el terreno de juego de los dos campos, arreglar los vestuarios y también el perímetro y las vallas del mismo. Incluso Moreno ya ha manifestado que piensa levantar allí dependencias para que la primera plantilla tenga comedor, habitaciones para el descanso y todo lo necesario para rendir después en el terreno de juego. Es uno de los primeros objetivos de un gestor que ya conoce la fórmula para llevar a un equipo desde la tercera categoría hasta la élite del fútbol español.

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