Víctor Curto: «Me dolió no tener la oportunidad de jugar algún partido como titular»
El ariete catalán, que ayer cumplió 39 años, no piensa en colgar las botas: «Quiero seguir jugando y establecerme en la zona de Albacete»
Víctor Curto (Tarragona, 1982) se despidió el pasado martes del Real Murcia, aunque a todos los efectos su vinculación acabará el 30 de junio cuando ... finalice su contrato. El catalán, que ayer cumplió 39 años, pone fin a una etapa de cinco temporadas en las que ha disputado 80 partidos y anotado 29 goles con la elástica grana. El delantero se va con la espina clavada de dejar al equipo en la cuarta categoría y sin haber conseguido el deseado ascenso a Segunda.
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–¿Qué le han parecido las reacciones a su despedida?
–Todo han sido buenas palabras y no he leído ningún comentario que no muestre cariño hacia mí. Es un orgullo ver que la afición se queda con un recuerdo bonito de mi carrera en el club y cuando hay unanimidad entiendo que es porque he hecho las cosas bien.
«Este año no tuve la confianza del técnico y me he ido haciendo a la idea de que iba a dejar el club»
SU SALIDA DEL REAL MURCIA
–¿Qué quiere hacer la próxima temporada?
–Me gustaría seguir jugando, me veo bien y en mi cabeza prima lo familiar antes que lo económico. Las cantidades no son altas y por eso priorizo irme a Albacete, de allí es la familia de mi mujer, tener a mis hijos en el colegio y que tengan a sus amigos sin cambiar de ciudad. Quiero jugar en un equipo de esa zona.
–¿Le resulta duro irse del Real Murcia?
–Si dijera que no mentiría. No soy un hipócrita y veo la cronología del año y eso hacía que lo normal fuera no continuar. El año pasado creo que se dilató demasiado mi renovación y mi rendimiento decía que merecía poder seguir otra temporada más. Fui el máximo goleador siendo el que menos minutos tuvo de los delanteros. Me lo gané en el campo. Este año no tuve la confianza del entrenador y tuve una lesión, eso hizo que disputara pocos minutos y que fuera pensando que podía tocarme dejar el club. Me he ido haciendo a la idea.
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–¿Ha sido muy difícil el último año para usted?
–Sí, porque la edad te permite ser objetivo y decir si estás bien o mal. Yo veía que mi rendimiento cuando salía era bueno y metí goles importantes. Algo que no me sirvió para jugar ni un partido desde el inicio. En la primera vuelta todos los jugadores tuvieron la oportunidad de jugar un partido de titular. Yo no la tuve y al final eso duele. Creo que, aparte de lo que aportaba cuando tenía unos minutos en el césped, en el vestuario era un jugador querido por mis compañeros.
«Ojalá hubiera estado más años de mi carrera en equipos con una repercusión así»
LA PRESIÓN EN EL CLUB GRANA
–¿Se mira demasiado la edad en el fútbol?
–La edad te va minando y poco a poco te aleja del protagonismo. Siempre quedarán futbolistas heroicos como Rubén Castro en el Cartagena, Joaquín en el Betis, Jorge Molina en el Granada o Nino en el Elche, entre otros, que son de mi quinta o mayores que yo y están a un nivel espectacular. El fútbol ha cambiado porque la metodología de trabajo es diferente y se pueden estirar más las carreras de los jugadores.
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–¿Qué espina clavada se le queda de su paso por el Murcia?
–No dejar este año al equipo en la Primera RFEF es duro, era uno de los motivos por los que me quedé y no me fui a Albacete. Quería vivir algo bonito en este club y en esta ciudad que me han dado tanto y por eso por una vez en la vida dejé de mirar al 100% por la comodidad de mi familia. Estoy a tiro de piedra de Albacete y cuando quería podía ir. Me da pena dejar al club un paso más lejos del fútbol profesional y también el no conseguir el ascenso a Segunda tan esperado. El año que nos elimina el Valencia Mestalla era el nuestro, teníamos un equipazo y un grupo humano espectacular. Éramos una familia y disfrutábamos en los entrenamientos con cada ejercicio.
–¿Pesa tanto la camiseta del Real Murcia como se dice?
–Creo que eso va en cada persona. He tenido compañeros que han estado muchas temporadas en Segunda y al venir aquí reconocen que no han tenido esa sensación fuera. Yo necesito eso y es lo que me gusta, no lo veo como presión. Es una responsabilidad y lo bonito del fútbol es luchar por objetivos ambiciosos. La presión es la que tu te impongas, tienes que saber el club en el que estás y la ciudad. Esto va en la profesión y para mí siempre ha sido para bien. Ojalá hubiera estado en mi carrera en más equipos con una repercusión así.
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–En el filial del Barça compartió vestuario con jugadores como Messi, Valdés o Iniesta, entre otros.
–Llegué con 16 años al Barça. Yo estaba en el equipo de mi pueblo, en Tortosa, y con esa edad debuté en el primer equipo en Tercera. Metí seis goles en once partidos y eso me vale para firmar por la cantera del Barça. Allí estuve cinco años en los que jugué sobre todo en el Barça C y también en el juvenil de División de Honor y algo en el Barça B. Compartí vestuario con Messi, Valdés, Reina o Iniesta, entre otros. Había mucha gente que desde pequeño ves que van a llegar. Son muy buenos y se apuesta por ellos y es difícil que con talentos así no lleguen al máximo nivel. Echo la vista atrás y me siento un privilegiado porque, aunque fuera en categorías inferiores, haya podido compartir vestuario con futbolistas tan importantes.
–¿A qué le gustaría dedicarse cuando cuelgue las botas?
–He estado formándome y sigo haciéndolo para intentar continuar vinculado al mundo del fútbol. Sé que es muy difícil porque mucha gente quiere dedicarse a esto. Tengo un curso de director deportivo y estoy acabando el tercer nivel de entrenador. Intentaré seguir formándome y me gustaría poder seguir vinculado al fútbol después de retirarme.
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–¿Da miedo acercarse a esa retirada definitiva?
–Da vértigo porque nos sabes si vas a tener la opción de seguir vinculado al mundo del fútbol en cualquier faceta. Abandonas la esencia al retirarte y al dejar de ir a entrenar cada día. También el ambiente del vestuario. El día que decida colgar las botas lo voy a echar de menos porque es lo que he hecho toda mi vida y lo que más me apasiona. Al final es ley de vida, ya sea dentro de un año o dos. Hay que ser realistas y afrontarlo con entereza para afrontar los retos que vengan.
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