Muerdo: «Murcia es el lugar al que estoy seguro de que volveré siempre»
El artista de Molina de Segura inicia en el Teatro Circo la gira europea de su último trabajo: 'Sinvergüenza'
Nunca se ha caracterizado Muerdo, nombre artístico del compositor y cantante de Molina de Segura Pascual Cantero, por callarse las cosas, no ir de frente ... o andar escondido tras escudos tejidos por el temor y la inconsciencia, pero con su sexto trabajo, un 'Sinvergüenza' que ya desde su propio título llama la atención al segundo, ha dinamitado cualquier tipo de duda que quedase al respecto. Resplandeciente en lo musical, estamos frente a una obra de una precisión melódica e instrumental aplastante, este último álbum de Cantero se eleva por encima del resto de sus fantásticos compañeros de discografía gracias a unas letras que hablan con una claridad transparente acerca de la industria musical, las cadenas del buen rollo dibujado con colores artificiales, el dolor de los lugares que envejecieron con moho rancio, las despedidas inevitables, los reencuentros con el espejo, las luces, la penumbra, el amor, el dolor y la esperanza. Muerdo desnudo, con un cigarrillo de humo travieso entre los labios, la manzana del pecado en una mano y la guitarra del talento en la otra. Charlamos con él.
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Cuándo Sábado, a las 21.00 horas.
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Dónde Teatro Circo. Murcia.
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Cuánto 18 € / 20 €.
–Arranca año y gira en casa. A pesar de las innumerables veladas que ha compartido en la Región a lo largo de estos años, imagino que esta cita en el Teatro Circo es especial, ¿no?
–Es una fecha que me hace muchísima ilusión. Arrancamos en Murcia la gira europea, con canciones nuevas y la misma banda con las que la he grabado, capitaneada por Fernando Illán, que es también productor del disco. Además, el Teatro Circo tiene una connotación muy especial ya que fue el lugar donde presenté mi primer trabajo. Prácticamente lo inauguramos en 2011 con 'Flores entre el acero'. Es un lugar que me ha acogido en diferentes etapas. Representa algo parecido a un testigo de mi evolución.
–El año pasado estuvo presentando este maravilloso 'Sinvergüenza' en Latinoamérica con una serie de conciertos donde el público, una vez más, se volcó con usted. ¿Cómo fue la experiencia?
–Las giras por Latinoamérica siempre son muy gratificantes, tanto por el cariño que recibo del público como por el hecho de visitar un continente con tantos estímulos nuevos, sonoros y visuales. Hemos estado dos meses, en nueve países, y ha sido muy bonito. Es muy especial tener la certeza de haber desarrollado una carrera allí.
«Una de las pocas certezas que tengo es que venimos a este mundo para tratar de ser mejores»
–¿Con qué Muerdo nos vamos a encontrar en esta gira? ¿Mantendrá el directo ese espíritu tan libre, deslenguado y atrevido que encontramos en las canciones del disco?
–Totalmente. El directo va a ser más fiel que nunca al espíritu estético y ético del disco. Que me acompañen músicos que participaron en la grabación hace que eso esté asegurado. La actitud desprejuiciada, abierta y un poco radical también va a estar en el escenario. Es una apuesta llena de matices musicales, textuales y discursivos a la que, además, le sienta muy bien el poder desarrollarla en un teatro.
–Nunca le habíamos escuchado cantar tantas verdades y opiniones de un modo tan directo y crudo como en 'Sinvergüenza'. ¿Son el resultado de un proceso creativo muy impetuoso y salvaje o fue un ejercicio voluntario y buscado por su parte para mostrarse de esta forma?
–Es el resultado de varios años de querer decir ciertas cosas y no saber la manera en la que hacerlo. Había una necesidad, desde luego. También buscaba mantener una coherencia entre lo que se vive, piensa y cuenta. Tenía ganas de dejar atrás un personaje que se había convertido un poco en un cliché del buen rollo, la Pachamama y la naturaleza. Si bien todo eso forma parte de mí, existían muchos aspectos de mi persona que no estaban siendo reflejados en las canciones. Quería contar esa otra parte de Muerdo, expresar opiniones y reflexiones, incluso aunque pudiesen ser conflictivas. Creo que encontramos la forma de contar las cosas. Hay una alineación total entre lo que soy, lo que siento y lo que hago que se ve reflejada en el disco.
«Tenía ganas de dejar atrás un personaje que se había convertido un poco en un cliché del buen rollo»
–En el tema titular comparte micrófono con el legendario Eliades Ochoa. ¿Cómo vivió esta grabación?
–Fue un momento maravilloso. Además, sucedió en un día muy especial. Recuerdo que teníamos el disco prácticamente terminado e hicimos una escucha con la Fundación Gladys Palmera a la que asistieron muchos periodistas míticos. Pues, esa misma tarde, nos fuimos al estudio a grabar con Eliades, juntos y mirándonos a los ojos. Hoy en día que es tan fácil hacer colaboraciones de manera telemática se ha perdido ese momento de encontrarse y vivir las cosas poniéndole piel. Fue muy bonito conectar con él a través de la música.
–En cuanto a buenas compañías, tenemos que hablar de Amparo Sánchez (Amparanoia), quien le acompañará en su concierto en el Teatro Circo. ¿Hasta qué punto es una artista que le ha influido a nivel musical y personal?
–Cuando planteé la gira le dije que tenía que venir a cantar a algún concierto y me alegro mucho de que haya terminado siendo el de Murcia. Supone arrancar esta nueva aventura con muchas bendiciones, algo que Amparo siempre ha aportado a mi vida y a mi carrera. Desde que produjimos mi segundo disco, se estableció una relación muy especial entre nosotros que mantenemos quince años después. Es un vínculo muy genuino que no deja de aportarme cosas buenas.
–Uno de los grandes temas del disco es 'Ay Madrid', relato sobre una ciudad que se marchó y quizá nunca volverá. ¿La decepción y la nostalgia son dos herramientas especialmente valiosas para componer?
–Son temáticas de lo más recurrentes, sobre todo en géneros como el bolero. Uno no compone cuando está feliz, sino cuando está triste, melancólico, decepcionado, enfadado o rabioso. La verdad es que la mayoría de las canciones y de las expresiones artísticas vienen de estas dos sensaciones.
–¿Se imagina escribiendo un 'Ay Murcia'? ¿Sonaría muy distinto?
–Tengo dos canciones escritas directamente a ella, 'Lejos de la ciudad' y 'De donde vengo', en las que puede existir melancolía, pero desde un lugar muy distinto. En 'Ay Madrid' digo que tal vez me voy para no volver, pero Murcia es el lugar al que estoy seguro de que volveré siempre.
–El disco tiene también momentos de luz como el cierre con 'Todo está bien'. Puede que al final, como canta, se trate 'solo de aprender a ser alguien mejor'.
–Sí. Disfrutar de esta experiencia de vida y transitarla de la forma más linda. Una de las pocas certezas que tengo es que venimos aquí para tratar de ser mejores y que hay que darle a cada día una luz distinta para tener ganas de levantarse de la cama e intentar hacer de este planeta un lugar más justo y humano.
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