La rehabilitación de la antigua Caja de Monserrate de Orihuela encara ya la recta final

Con algo más de un año de retraso por los diferentes escollos y modificaciones, las obras de rehabilitación de la antigua Caja de Monserrate afronta el último tramo de las actuaciones. El objetivo que se marca el Ayuntamiento es que en octubre, una vez iniciado el curso, se ponga en funcionamiento y se puedan usar los primeros espacios de este emblemático edificio ubicado en pleno centro histórico de la ciudad. Sus estancias, de inicio, se destinarán a acoger las dependencias de las concejalías de Urbanismo y Vivienda, la del área de Grandes Proyectos, Patrimonio y Patrimonio Histórico. También será la sede de la futura Empresa Pública de Vivienda y Suelo de Orihuela. La última incorporación de uso que se ha anunciado a este inmueble es el docente.

La Universidad de Alicante contará con dos aulas para impartir un posgrado, centrado en la especialización en restauración del patrimonio y arqueología. Una de las aulas tendrá capacidad para 50 personas y otra para 200. No obstante, no será hasta el curso 2026/2027 cuando se ponga en marcha. Precisamente, en ese ámbito de la arqueología, con las obras de rehabilitación se descubrieron los restos de una vivienda almohade del siglo XI.

Este hallazgo, argumentan, fue una de las razones del retraso en los plazos de ejecución, y la creación de un centro de interpretación de estos restos ha supuesto también el incremento de los gastos finales. Al no estar contemplados, se han tenido que ir adaptando los nuevos usos. Por otro lado, también albergará el Museo de los Armaos.

El edificio está catalogado dentro del Plan Especial de Ordenación y Protección del Casco Histórico de Orihuela y cuenta con una superficie de 1.775 metros cuadrados útiles distribuidos en tres plantas. Las obras se adjudicaron a la mercantil Doalco por 2,7 millones de euros. Esgrimen desde el área de Urbanismo que, debido a la incorporación del centro de interpretación de la vivienda almohade y el nuevo espacio de transformación eléctrica, ha supuesto modificaciones en el proyecto y en la cuantía inicialmente destinada. De este modo, se ha requerido una inversión adicional de más de 629.000 euros.

Cuando finalicen las obras, quedará pendiente el destino que le quieran dar al palacio Marqués de Rafal. Es propiedad de la Generalitat Valenciana y fue sede de Presidencia hasta julio de 2023. De este modo, se cerraría la rehabilitación de todos los edificios que rodean la plaza.

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