Instalación de luces durante las pasadas fiestas de Moros y Cristianos. Eva Moya

Orihuela saca a concurso las luces de Moros y Cristianos y de las fiestas de Monserrate

A falta de licitar un contrato plurianual, el Ayuntamiento opta de nuevo por salvar los muebles con un contrato que abarca todos los festejos entre julio y noviembre

Jueves, 4 de abril 2024, 14:59

El Ayuntamiento de Orihuela parchea el problema de las luces con un nuevo contrato mensual. El equipo de gobierno acaba de sacar a licitar la iluminación festiva entre julio y noviembre de este año. Lo hace apenas una semana después de que se adjudicaran las luces ornamentales para las fiestas patronales de las distintas pedanías hasta mitad de verano.

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El presupuesto base de licitación del nuevo contrato en liza asciende a 235.060 euros sin impuestos. Las empresas tendrán hasta el 6 de mayo para presentar sus ofertas. En este caso, el Ayuntamiento ha decidido de nuevo dividir el contrato en dos lotes, el primero para el casco urbano y un segundo para pedanías.

Las fiestas a celebrar en la ciudad incluyen los Moros y Cristianos (julio), las fiestas de la Virgen de Monserrate (septiembre) y la fiesta de la Policía Local (septiembre). A estas se añaden varias celebraciones en barrios como el entorno de la plaza de Santiago (julio), barrio Miguel Hernández (septiembre), plaza de Monserrate (septiembre), Barrio Nuevo (octubre), Montepinar (septiembre/octubre) y carretera de Hurchillo (septiembre)

En el lote 2 de pedanías, figuran Barbarroja (julio), Arneva (julio), Media Legua (agosto), El Escorratel (agosto), San Bartolomé (agosto), El Mudamiento (agosto), La Campaneta (septiembre/octubre), Raiguero de Bonanza (septiembre), Hurchillo (septiembre), Torremendo (septiembre), Virgen del Camino (septiembre), Camino de Enmedio (septiembre), Correntias Medias (septiembre), La Aparecida (septiembre), El Arenal (octubre), La Matanza (octubre) y Desamparados (octubre).

El anterior contratos de luces, recién adjudicado, abarcaba desde abril hasta julio. La empresa adjudicataria del contrato fue Iluminart SL. La mercantil se impuso a la firma local Iluminaciones Granja en los dos lotes en los que estaba dividido el contrato. En el primero, el importe ofertado fue de 37.472,49 euros (IVA incluido) y, en el segundo, 29.002,49 (IVA incluido), lo que hacía un total de 66.474,98 euros, un 6% por debajo del presupuesto base licitación (70.930,20 euros).

Además, en ambos lotes ofertó un tiempo de respuesta en caso de avería de entre 15 y 45 minutos. Como mejora, añadió a lo exigido diez arcos de iluminación, diez cuadros monofásicos, otros tantos cuadros trifásicos y la misma cifra de proyectores halógenos. Las mejoras se podrán utilizar en cualquiera de las fiestas incluidas en el contrato.

En el lote 1, estaban agrupadas las fiestas de La Murada, Correntias Altas, Raiguero de Bonanza y La Matanza. El lote 2, por su lado, englobaba los festejos en el barrio de la Cruz Cubierta, San Isidro, Capuchinos, Severo Ochoa, Carretera de Beniel, San Francisco, Los Huertos y San Antón.

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A la llegada del actual equipo de gobierno PP-Vox, el ejecutivo local se encontró con un problema arrastrado por la falta de luces en pedanías. En un primer momento, el carencia se solucionó por medio de la suscripción de varios contratos menores por cada fiesta y pedanía. El último contrato plurianual culminó su última prórroga en junio del año pasado, pero el anterior equipo de gobierno PSOE-Cs no lo sacó de nuevo a concurso.

Polémica en Navidad

Después hubo de venir el problema con las luces de Navidad, cuyo contrato se adjudicó 'in extremis', poco antes del desfile de Papá Noel y bastante tiempo después de que las ciudades más cercanas hubieran tenido su encendido oficial. Todo ello además de dejar precisamente a las pedanías sin iluminación navideña. Algo que enfureció a la oposición, que llegó a presentar una moción de reprobación contra la edil Rocío Ortuño.

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A partir de ahí, la Concejalía de Festividades ha ido salvando los muebles con contratos que agrupan varias fiestas. El primero fue para garantizar la iluminación ornamental del Mercado Medieval y de esta Semana Santa. En aquella ocasión se hizo con el contrato Iluminaciones Granja.

Las luces Moros y Cristianos derivaron en polémica durante la pasada edición de las fiestas. El pasado verano, la llegada de la iluminación la costeó la asociación de fiestas tirando de ahorros, pidiendo dinero a las comparsas y, en último lugar, gracias a la anuencia de dos patrocinadores, cuya identidad nunca se llegó a desvelar pese a las insistentes preguntas de la oposición en los plenos.

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