La urbanizacón Montepinar y Orihuela Costa se beneficiarán de un «plan de choque» de esterilización felina
Sanidad tiene localizadas 140 colonias de gatos callejeros en el término municipal, que ocasionan problemas vecinales
Orihuela pondrá en marcha un plan de choque para la esterilización de colonias felinas. Así lo anunció ayer la concejala de Sanidad, Irene Celdrán. Una campaña que la edil señala que hará especial hincapié en dos puntos del municipio en los que la presencia de gatos callejeros es creciente y está generando problemas vecinales. Estos son la urbanización Montepinar y Orihuela Costa.
La actual normativa de bienestar animal obliga a los ayuntamientos a emprender con carácter general los gastos pertinentes para controlar las poblaciones a través de la esterilización. «Hemos detectado un gran incremento de colonias que, además, están siendo alimentadas de forma no autorizada y esto genera un importante problema de salubridad que debemos abordar», señala Celdrán.
En el radar del Ayuntamiento, indican, actualmente hay registradas unas 140 colonias, a las que hay que añadir, reconocen, aquellas que están sin registrar.
La concejala Celdrán, en colaboración con Asoka (entidad encargada de gestionar las castraciones con clínicas autorizadas) y la veterinaria municipal, ha mantenido reuniones con colectivos vecinales sensibilizados con esta problemática. Tras esto, la edil de Sanidad concluye que las zonas que requieren una actuación más urgente son Montepinar y el litoral, cada una con casuísticas diferentes. En el caso de Montepinar, son los felinos los que ingresan en las casas, dentro de las cuales los propios vecinos les dan comida de manera incontrolada. En la costa, el problema alcanza enormes magnitudes y buena parte de las colonias ni siquiera están localizadas. La más popular y recientemente señalizada es la del paseo marítimo de Aguamarina.
Este descontrol llevó a un grupo de vecinos de distintas urbanizaciones a constituir una asociación. Según su portavoz, Isabel Befán, ya tienen listadas 40 colonias en la costa oriolana, pero reconocen que son muchas más.
El actual equipo de gobierno puso en marcha por su parte los cursos de formación para voluntarios alimentadores. La edil de Sanidad ruega que aquellos interesados en colaborar de manera adecuada y cumpliendo con la normativa se pongan en contacto con el Consistorio, el cual les expedirá el carnet que les autoriza a alimentar, al tiempo que les obliga a colaborar en la captura de ejemplares para su castración. La personas con permisos, recuerda, son las únicas que pueden dar comida, mientras el resto se expone a multas.