El nuevo colegio Inmaculada de Torrevieja abre sus puertas con 433 alumnos

La convivencia con aulas apuntaladas ya ha pasado al imaginario del pasado para la comunidad educativa del colegio Inmaculada. El decano de los centros educativos públicos de Torrevieja regresaba este lunes a su lugar de siempre, entre las calle Orihuela y San Policarpo. La pasada semana, Conselleria y Ayuntamiento firmaban el acta de recepción del nuevo centro tras finalizar las tareas de reconstrucción del mismo.

La obra, prevista para acabar en 14 meses, finalmente ha necesitado tres meses menos. Los trabajos, tramitados por medio del Plan Edificant y adjudicados a Orthem (Grupo Hozono Global) por el anterior Consell, atravesaban varias semanas de trabajo frenético y, así, los niños pudieran empezar el nuevo curso en aulas totalmente nuevas. Si bien no pudo ser, la demora desde el inicio oficial del curso no ha ido más allá de tres semanas extra que han tenido que estirar su estancia provisional en los barracones de la avenida de los Nenúfares, en Las Torretas.

Organizado en dos líneas, en el centro recibirán clases 433 alumnos y alumnas. Su derribo y posterior reconstrucción ha supuesto una inversión de 7,3 millones de euros. El edificio alberga 6 unidades de Educación Infantil, 12 de Primaria, un comedor para 400 comensales en dos turnos, gimnasio integrado, biblioteca y espacios adaptados para ofrecer todos los servicios educativos requeridos por la comunidad.

Se levanta sobre la misma parcela del antiguo colegio Inmaculada, de más de 6.000 metros cuadrados, y dispone de una superficie total construida de 4.600 metros cuadrados, de los que 3.000 están dedicados a espacios libres para el disfrute de los alumnos, con zonas de juego, ajardinamiento, una pista polideportiva y porches.

El nuevo centro escolar, ha destacado el Ayuntamiento, «va a generar un gasto energético casi nulo y permitirá una considerable reducción de la huella de carbono del centro educativo«. Así, la nueva infraestructura, han detallado, incorpora un sistema de placas solares que cubre una buena parte del edificio. Además, el centro sigue un diseño que maximiza el aprovechamiento de la luz natural y dispone de un sistema de climatización que garantiza una correcta renovación del aire en todas sus aulas.

El alcalde, Eduardo Dolón, ha mostrado su satisfacción por la celeridad en la construcción y ha agradecido tanto a la Conselleria de Educación como a la empresa adjudicataria por el trabajo realizado. En su visita, el primer edil estuvo acompañado por el concejal de Educación, Ricardo Recuero, el director territorial de Educación en Alicante, José Antonio Castaño; la inspectora de Educación, Manuela López; y la directora del CEIP Inmaculada, Eva María Atienza.

El director territorial, a preguntas de los medios de comunicación, se refirió al difícil encaje de la avalancha de alumnos que sigue llegando a los colegios torrevejenses. La apertura del nuevo CEIP Inmaculada supone, en este sentido, un respiro, puesto que las aulas prefabricadas que hasta ahora ocupaban los alumnos de este centro quedarán libres para ubicar a los que, hoy todavía, tantas semanas después del inicio oficial del curso, siguen sin pisar las aulas.

Según cifras del director territorial, cerca de un centenar de niños están todavía pendientes de escolarizar. Ahora, la Conselleria tiene vía libre para su instalación en los barracones que han quedado libres en la avenida de los Nenúfares. Algo que, recalcó Castaño, se producirá de manera «inmediata». «Hay una comisión de escolarización esta misma semana. Todo el alumnado que ha solicitado plaza va a tener hueco porque tenemos instalaciones suficientes», avanzó. Ellos, además, serán el germen de lo que será el futuro colegio número 15, cuya creación todavía se encuentra en fase de estudio. Antes se deberá dar salida a la construcción en ladrillo del número 14.

Sobre las infraestructuras pendientes del Plan Edificant, el director territorial no avanzó si se producirá en el corto plazo la licitación de obras tan significativas como la ampliación del IES Torrevigía, la rehabilitación integral del IES Las Lagunas, la ampliación del IES Libertas o el derribo y reconstrucción del CEIP Cuba, las cuales, además, ya cuentan con sus memorias valoradas redactadas. Castaño apenas incidió en que la cantidad de alumnos que llega a la ciudad, palabras textuales, «es una barbaridad». «La cantidad que llega a Torrevieja no llega a ninguna otra ciudad de la Comunidad Valenciana», dijo para indicar que lo inmediato es garantizar la escolarización con las aulas prefabricadas y que no se abordarán nuevas construcciones hasta que, a través de un estudio, se vea qué matrículas se han consolidado. «Hay niños que están un mes y se marchan a otros lugares con sus padres», explicó.

El concejal de Educación y docente, Ricardo Recuero, sí fue un poco más concreto en sus valoraciones e indicó como prioridad la rehabilitación del IES Las Lagunas, la construcción del CEIP número 14 en ladrillo y la ampliación del IES Torrevigía para incrementar las familias formativas. Pero todavía también sin poner fechas.

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