Estación de penitencia matutina en Orihuela

Acostumbrado el oriolano a disfrutar de su Semana Santa por la noche, la procesión de El Prendimiento resultó este año única. La Cofradía que procesiona de forma habitual los Lunes Santo vio frustrada su estación de penitencia por la lluvia. Su decisión, para la que no existen precedentes cercanos, fue celebrarla en la mañana de hoy y el resultado, se puede decir, fue sorprendente para cuantos tuvieron el privilegio de presenciarlo.

A plena luz del día, con la posibilidad de apreciar los diferentes rincones de Orihuela en toda su monumentalidad, salieron los pasos por la puerta del Museo de Semana Santa y antigua iglesia de La Merced. La alegría era palpable entre los nazarenos después de tener que presenciar con gran pena el pasado lunes como sus tallas debían quedarse a resguardo.

Para la ocasión, además, la directiva de la Cofradía había preparado la presencia muy especial y querida de un gran número de agentes de la Guardia Civil. El Prendimiento, desde este año, tiene el honor de incorporar como hermano de honor en sus filas a la Academia de Baeza, siendo así la hermandad de referencia para la Benemérita en la Comunidad Valenciana.

Todos aquellos escuadrones de alumnos y otros tantos altos mandos del cuerpo tuvieron, sin embargo, que conformarse con un pasacalles pasado a ratos por agua y después entonar con toda solemnidad el himno del instituto armado intramuros del sacro museo. Este viernes aquella noche oscura, de emoción contenida y profundo pesar, derivaron en la fiesta y la alegría de una procesión bien viva y luminosa.

A todo ello acompañó, no solo el tiempo seco, también que este Jueves Santo fuera festivo. Así, sobre la carrera, aunque no acudió tanto público como en las procesiones nocturnas, los niños, el futuro de las cofradías, pudieron disfrutar y fueron verdaderos protagonistas de la salida.

Al termino de tan brillante cortejo, la dirección ya pudo respirar tranquila de tener sus pasos en el Santuario de Monserrate, listos para narrar la Pasión completa a la ciudad mañana en la noche de Viernes Santo. El día de procesión general servirá así también para que salgan las otras dos agrupaciones de la Semana Santa que se quedaron con las ganas el pasado Domingo de Ramos: Los Azotes y el Cristo de Zalamea.

Antes de eso, el contraste a una procesión tan luminosa como la de hoy lo pondrá, caída la noche, la Cofradía que presume precisamente de ser la más oscura. El Silencio apagará todos los focos en señal de luto por la muerte de Jesús. Solo las velas y faroles alumbraran la penumbra para dar lugar a ese espectáculo único que congrega a multitud de oriolanos frente la iglesia de Santiago, escenario de la salida del Cristo del Consuelo al son de la inconfundible melodía del Canto de la Pasión. Una velada sin duda para los muy oriolanos.

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