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La más desconocida colección de la Fundación Pedrera en Orihuela
El Museo de Arte Sacro acoge hasta diciembre 'Sublime', una muestra de obra religiosa de los fondos de la saga familiar
En vida, Antonio Pedrera, aparte de por su prolija carrera en le mundo del textil y la promoción urbanística, pasó a los anales de la historia de Orihuela como un gran coleccionista del arte. Con predilección por algunos artistas como el oriolano Joaquín Agrasot, la mayoría de sus cuadros son paisajes, retratos y algún bodegón. Temáticas mundanas todas ellas que, sin embargo, sí dejaron hueco a contadísimas obras que el empresario también adquirió de temática sacra. Con el futuro del museo del Palacio Sorzano de Tejada todavía en el aire, la Fundación Pedrera Martínez no quiere cesar en su actividad cultural y ha decidido desempolvar de nuevo sus fondos para mostrar a los oriolanos esa pequeña parte de su colección, la más cristiana y, al mismo tiempo, la más desconocida.
'Sublime' es el nombre de la muestra inaugurada en el Museo de Arte Sacro, donde permanecerá expuesta hasta diciembre. 29 obras de gran valor y que forman un compendio de pintura y escultura religiosa. Magníficas representaciones entre las que el visitante podrá encontrar desde Crucificados de marfil, escenas bíblicas, retratos de santos y hasta la figura de una monja pintada por Joaquín Sorolla. Además, 'Sublime' recoge gran variedad de escuelas nacionales. A través de seguidores de renacentistas como el italiano Bassano, admiradores del valenciano José Ribera o grandes maestros como Vicente López y Juan de Solís, la colección Pedrera reúne un compendio magnífico de las formas en las que los artistas, desde el siglo XV al XIX, plasmaron con elevadas dosis de devoción y maestría los inescrutables misterios de la fe.
La colección, así, explican desde el museo diocesano, gira precisamente en torno a la búsqueda de ese término con el que se titula la muestra. Y es que el concepto de lo sublime en el arte y en el cristianismo representa una experiencia que trasciende la mundanidad, evocando asombro ante aquello que es inmenso e incomprensible.
El arte cristiano, en ese sentido y como refleja esta nueva muestra, busca transmitir la inmensidad del poder divino y la redención a través de la belleza, «evangelizar a través de la imagen», explicaba en sus propias palabras Mariano Cecilia, director técnico del Museo de Arte Sacro y también comisario de la muestra junto a la profesora de la Universidad de Murcia (UMU) Gemma Ruiz.
Todo un regalo y goce elevado para la vista que el director ejecutivo del museo, el párroco José Antonio Martínez, agradeció inmensamente a la familia Pedrera, representada en el acto por la viuda de Antonio, Mari Carmen, y sus hijos, Gonzalo y Andrés. Esta muestra, expresó, es «muy especial» porque, dijo, «no tiene obras de un solo siglo, sino que es una especie de resumen de todas las obras de arte sacro que se han hecho en Europa y fuera de Europa».
Así también lo apreció el concejal de Cultura, Gonzalo Montoya, que tildó la muestra como «de primer orden» y agradeció también a la familia su «trabajo incansable en pos de la cultura de la ciudad y por haber abierto a todos vuestro tesoro artístico. No había un marco mejor en Orihuela para albergar esta exposición», se felicitó.
Catalogación y restauración
Una exposición para la que, además, ha sido clave las sinergias entre instituciones y también entre expertos en arte, destacaba Cecilia. Así y hasta llegar al museo fue precisa una minuciosa catalogación de las obras por parte del doctor Pablo López, del centro de expertizaje de la Universidad de Murcia, y a la que siguió la restauración de piezas a manos de Mari Arenas.
Todo un trabajo profesional que también subrayó la matriarca de la familia Pedrera, quien expresó que la Fundación seguirá siempre ligada a Orihuela «tal y como hubiese querido mi marido», apostilló. «Para Antonio Pedrera lo más importante era contribuir a esta ciudad. Mis hijos y yo tenemos hoy el cometido de seguir en esta línea para mantener su legado. Aunque Antonio ya no está entre nosotros físicamente siempre estará presente para todos a través de exposiciones tan maravillosas como esta».