El último acorazado del Imperio español

PARALELO 37 ·

Miércoles, 1 de febrero 2023, 00:17

Todo empieza en Libia y no hace mucho. Con los misiles silbando sobre sus cabezas, el fotoperiodista Guillermo Cervera propone a su amigo y reportero ... de guerra Plácid García-Planas buscar juntos el 'Infanta María Teresa', capitaneado por el hermano de su tatarabuelo, el almirante Cervera y Topete, y derrotado en 1898 tras la batalla naval de Santiago de Cuba que selló el destino de la isla y liquidó nuestro imperio en América. 'La Teresa', el buque insignia de la escuadra española al que los estadounidenses soldaron en Guantánamo los boquetes de los cañonazos que le habían asestado para llevarlo como trofeo de guerra hasta Virginia donde nunca llegó, porque una tempestad quebró los cables del remolque dejándolo a la deriva.

Publicidad

1999, John Seabury localiza el barco, de 103 metros de eslora y construido en Nervión, pero guarda en secreto su posición exacta. 2006, Pascual Cervera Arango, bisnieto del almirante, da de nuevo con las coordenadas y graba un pequeño vídeo que solo conoce la familia. 15 de enero de este año, Guillermo y Plácid publican en un diario de tirada nacional fotos y vídeos del último acorazado del imperio español y confirman que han encontrado sus restos cerca de Cat Island, al este de las Bahamas, a una profundidad de entre medio metro y quince.

«Salga V.E. inmediatamente», fue la última y escueta orden de combate que recibió de Madrid. Y al almirante Cervera no le quedó otra que calentar calderas y poner proa al desastre para enfrentarse a un enemigo infinitamente superior, sin armamento, sin carbón y con la tripulación vestida de gala, «que es la ropa de los marinos en las grandes solemnidades y no creo que haya momento más solemne en la vida de un soldado que aquel en que se muere por la Patria», escribió. El primero en salir fue 'La Teresa', que avanzó sobre la formación enemiga para atraer sobre sí todo el fuego. Tras él, de uno en uno, el resto de la flota que resulta abatida.

Solo murió un norteamericano frente a los 323 marinos españoles que perdieron la vida y los más de mil prisioneros, entre ellos el almirante Cervera que fue apresado por Robley D. Evans, comandante del 'Iowa', quien lo recibió con honores militares y luego contó: «El espectáculo que ofrecieron a mis ojos los dos torpederos, meras cáscaras de papel, marchando a todo vapor bajo la granizada de bombas enemigas y en pleno día, solo se puede definir de este modo: fue un acto español». De un 'facha' para la alcaldesa Colau, que le ha quitado su nombre a una calle de Barcelona para dárselo a Pepe Rubianes y eso que Cervera murió 13 años antes de que el fascismo naciese en Italia. Qué cosas, ¿no?

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad