El mejor perfil de los humanos es el izquierdo, menos el de Julio Iglesias, que es el derecho –por eso cuando se subía al escenario ... siempre agarraba el micrófono con la mano contraria–, y el de la Preysler que, hasta que no abandonó por fresco al padre de sus tres hijos, no adivinó por qué salía tan poco favorecida cuando la fotografiaban: «Él siempre se ponía en su lado bueno y a mí me colocaba en el malo. Me veía pepona y era por eso», contó cabreada la 'socialite' en un programa de televisión hace años.
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Divos y divas, aparte las emociones, está más que comprobado, se muestran con más intensidad en el lado izquierdo de la cara controlado por el hemisferio derecho del cerebro responsable de la expresión emocional espontánea, por eso molan más las fotos si nos las hacen de este lado. A la hora de dormir, y una vez descartado por perjudicial para la respiración hacerlo boca abajo, la postura más indicada es la lateral y sobre el lado izquierdo al activar la circulación, facilitar la digestión, aliviar el peso sobre la columna y acelerar el drenaje linfático.
Hasta aquí los beneficios físicos del lado izquierdo. Les prometo que en política me esfuerzo para tratar de encontrarlos en ese lado, pero qué complicado identificarlos entre ese arrogante batallón que lucha por dirigir mi querida España convencidos de ser los mejores, los más listos y los más preparados. La médica y madre Mónica García también se cree de raza superior y por eso la semana pasada pidió la dimisión del pepero Enrique Ossorio por disfrutar del bono social térmico para calefacción y agua caliente destinado a paliar la pobreza energética en los consumidores más vulnerables, exactamente el mismo que le concedieron a su marido, alto ejecutivo de una multinacional que gana un sueldazo. Ambos aparecen como beneficiarios en el Sistema Nacional de Subvenciones y Ayudas Públicas, pero para la izquierda no es lo mismo, aunque es exactamente igual, y a la portavoz de Más Madrid le basta con decir que se ha equivocado, pedir perdón llorona y arrepentida y Santas Pascuas.
Mónica bien no me cae, para qué engañarles, además miente más que habla: que si un doctorado en su currículum que resultó falso, que si no sabía que le habían ingresado de la Asamblea de Madrid unos 13.000 euros estando de baja y ahora lo del bono para consumidores vulnerables. Tan reprobable es su conducta como la de Ossorio, pero no olviden que también legales. A ver si la culpa la va a tener el Gobierno de Sánchez empeñado en sacar adelante y a toda prisa leyes y ayudas mal diseñadas con el único fin de conseguir votos y acaparar titulares.
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