La tolerancia no es comulgar con ruedas de molino
¿Pudiera ser que Isabel Franco acudiera el viernes 17 a la entrega de premios buscando provocación y un titular?
Se está convirtiendo en una estrategia muy usada cambiar el significado de las palabras así como hacerse la víctima por hechos que una misma provoca ... y no controla, ¿o sí lo hace?
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No nos equivoquemos, todo tiene un límite, sobre todo cuando el exceso de tolerancia puede suponer una amenaza para nuestra supervivencia. ¿Acaso un colectivo oprimido tiene que respetar que las instituciones que tienen el deber de velar por sus derechos nos engañen, nos utilicen, nos mientan y miren para otro lado ante las acciones homófobas y discriminatorias de sus socios de gobierno? Pues ya les digo yo que no.
De todos son sabidas las desavenencias de la vicepresidenta con los colectivos LGTBI+. ¿Pudiera ser que Isabel Franco acudiera el viernes 17 a la entrega de premios buscando provocación y un titular? Esta estrategia ya fue utilizada por su expartido, Cs, en el pasado orgullo de Madrid. Entonces, en qué quedamos, ¿son víctimas o provocadores? Yo lo tengo claro.
Ha demostrado estar de parte del opresor cuando ha claudicado en todas las peticiones de Vox para poder seguir en su sillón
Ese día se entregaban unos premios a la tolerancia. Cualquiera se emociona al verse reconocido por defender los derechos del colectivo LGTBI+ al que pertenezco y más en un barrio donde a uno lo conocen y valoran. Y aquí viene el dilema, no sé si moral o de conciencia. El Orgullo LGTBI+ es lucha y protesta y por eso se me premiaba por llevar el puño en alto con la denuncia, ¿cómo no protestar, cuando se desvirtúa el valor de un premio al trabajo por la reivindicación de nuestros derechos y el avance en igualdad para el colectivo LGTBI, a una persona que solo ha usado nuestras siglas para unos intereses, ya no partidistas, sino personales?
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Mi asombro fue percibir que mi malestar personal era compartido por el resto de asistentes en la plaza, que explotaba a un grito unánime de repulsa al escuchar el nombre de la señora Franco por megafonía.
No se puede ser tolerante con aquellos que aúpan y abren las puertas al auge del fascismo en nuestra región. O se está con el oprimido o con el opresor, aquí no vale ser neutral. No obstante, la señora Franco ha demostrado estar de parte del opresor cuando ha claudicado en todas las peticiones de Vox para poder mantenerse en su sillón. No la hemos visto salir a rebatir y defender contundentemente nuestros derechos ante las homófobas declaraciones de sus compañeros renegados de Vox.
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Demuestra estar del lado del opresor, cuando no condena la postura fascista de los que no aprueban una declaración institucional a favor de nuestros derechos. No lo podemos tolerar.
Cuando no atiende a la denuncia que le hacemos desde No Te Prives y Asfagalem sobre el aumento del discurso del odio en las aulas. No podemos tolerarlo.
Cuando han votado a favor del veto parental, a sabiendas de que era ilegal, o se han abstenido en la moción que se posicionaba en contra. No podemos tolerarlo.
Cuando solo se acuerda de nuestro colectivo el 28 de junio como si el resto del año no existiéramos. No podemos tolerarlo.
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Cuando no se posiciona ante la intención de la consejera de Educación de quitar del currículum educativo los contenidos relativos a la diversidad. No podemos tolerarlo.
Cuando su principal preocupación es hacerse la foto en vez de llenar de contenido un observatorio tan necesario, que se convoca casualmente en el orgullo, y cuando se denuncia en medios. No podemos tolerarlo, y así podría seguir pero creo que ha quedado claro nuestro rechazo.
Por todo ello, espero, señora Franco, que le quede claro que no la odiamos ,la realidad es que no la queremos como la garante de nuestros derechos porque usted no lo es.
Usted no es la víctima de nuestro colectivo. Víctimas son Samuel, víctimas son las personas agredidas en Madrid, Barcelona, Cartagena y Fortuna por su orientación sexual. Víctimas son las personas trans que no son tratadas por todos los facultativos con el respeto que se merecen, ni gozan de sanidad integral. Usted no es víctima, en todo caso victimaria por no hacer políticas efectivas por miedo a molestar y perder su sillón.
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Es por estas razones que le repito que 'tolerar' no es comulgar con ruedas de molino, y su asombro fue que nos ha engañado, le salió mal la jugada. Los cargos con sus cargas y para que la Consejería LGTBI+ tenga sentido, además de bandera y foto, necesita una persona valiente que defienda de verdad esas siglas. Póngase en el lado bueno de la historia, está a tiempo.
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