Cuando en los primeros tiempos, inmemoriales, no existía el dinero, los humanos utilizaban el trueque para adquirir lo que necesitaban. Cambiaban bienes por otros bienes, ... un sistema de compraventa con evidentes limitaciones –no resultaba fácil encontrar el objeto y la persona que quisiera intercambiarlo–, lo que condujo a la necesidad de disponer de un medio de canje más global. Los metales preciosos, finalmente, sirvieron de aval para la acuñación de monedas y billetes. El dinero.
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Al dinero dedicó un poema el genial Francisco de Quevedo, quien inmortalizó la conocida frase 'Poderoso caballero es don dinero'. Y sí. Sin duda, el dinero empodera a quien lo tiene, ayuda a disfrutar más de la vida, pero también es verdad que por sí solo no proporciona la felicidad. Qué felicidad tienen ahora los exministros Ábalos y Zaplana, pongamos por caso. Vivimos casos de corrupción que parecen salidos de la obsesión de acumular riqueza, como un estándar de éxito impuesto por la sociedad.
Riqueza, sinónimo de éxito social.
Pero pretender ese tipo de éxito es entrar en comparaciones sociales y en caprichos que suponen agravios como el del empresario indio Datta Phuge, de trágico final, que lucía una camisa de oro de 22 quilates.
Excentricidades aparte, la relación entre el dinero y el poder es un tema de gran relevancia en la sociedad contemporánea y, como siempre ha ocurrido, el dinero ha sido utilizado como una herramienta para ejercer influencia y control sobre los demás. En el ámbito político, la financiación de los partidos y las campañas electorales influyen en los resultados electorales y en las políticas implementadas.
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Algo de eso está pasando con el gran magnate Elon Musk, cultivado y meritorio empresario cuyo último hito ha sido lanzar la primera misión para orbitar la Tierra con una tripulación de turistas. Musk, que posee una fortuna cercana a los 300.000 millones de dólares, también es asiduo a pronunciarse en materia política, y sus opiniones varían con la época. Antes de que Trump ganase la presidencia de Estados Unidos (2016) Musk dijo de él que «no es el tipo adecuado. Parece que su carácter no refleja bien a Estados Unidos». Sin embargo, ahora hace campaña en Pensilvania a favor de Donald, sorteando un millón de euros al día entre los probables votantes de Trump. Lo cual se parece mucho a la ilegal compra de votos y demuestra el gran poder del dinero, pero también su falta de caballerosidad.
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