Saldos de última hora
LA RAMPA ·
Con vistas a las elecciones del próximo año, la partidocracia anuncia rebajas fiscales
Se dice que los partidos políticos son «un mal necesario». Por un lado, se les precisa para elaborar políticas públicas, proponer candidatos y formar gobiernos. ... Un mal necesario, pero no deja de ser un mal. Sobre todo, si se utilizan arteramente. En España se les viene sobreprotegiendo dinerariamente y lo que en la Transición democrática era una necesidad, en la práctica actual –y desde hace años– se ha convertido en una partidocracia. Quienes ocupan las cúpulas de los partidos se afanan en expandir su influencia y cada vez lo hacen más descaradamente, en detrimento de una auténtica democracia. Como afirma el filósofo Gustavo Bueno, «la partidocracia constituye una deformación sistemática de la democracia».
No se conforman con monopolizar parlamentos y gobiernos, también procuran controlar la Justicia, los movimientos ciudadanos, la cultura, la educación y, por supuesto, los medios de comunicación. El último ejemplo, la presidencia de RTVE, ente manoseado por el gobierno de turno –sin excepción de cualquiera de los habidos– cuyo Consejo de Administración se decide por el perfil político de sus componentes y no por la profesionalidad. Lógico que pierdan audiencia.
Hay que decirlo de nuevo: los partidos políticos se han convertido en organizaciones que defienden sus intereses propios y personales y que solo se acuerdan de la ciudadanía cuando se acercan las elecciones. En ese periodo nos hallamos ahora. Y cual tienda de ropa en proceso de liquidación nos anuncian saldos de última hora. La panacea es, suelen ser, las rebajas de impuestos. Hace unos días ya comenzó la inefable Ayuso en Madrid, le siguió 'Juanma' en Andalucía y al poco se sumó Ximo Puig en Valencia (en Murcia López Miras se lo está pensando) porque esa oferta es bien acogida por el contribuyente. Ahora, la ministra Montero anuncia nuevas medidas fiscales para 2023, el año de las elecciones, que además de rebajas contiene subidas que afectan a 23.000 grandes contribuyentes, quienes tendrán que pagar una media de 652.000 euros per cápita, aproximadamente. Es la novedad.
Si lo leemos en clave electoral, de entrada 23.000 votos menos para el PSOE, con la incógnita de si serán compensados por los beneficiados por la rebaja fiscal, pero si nos referimos al sistema impositivo formalmente, más que saldos de última hora hace falta una reflexión fundamentada y prudente que involucre al conjunto. Algo por lo que no apuesta la partidocracia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
