La posada del marqués de Villafranca en Librilla

LA TRIBUNA DEL CRONISTA ·

Sábado, 26 de junio 2021, 01:38

En el siglo XVIII la importancia de las ventas y posadas en los caminos fue tan notoria que los propios monarcas crearon una serie de ... ordenanzas de funcionamiento. Ante este contexto histórico de la segunda mitad del siglo, don Antonio Álvarez de Toledo y Gonzaga proyectará construir en 1764 una posada en la villa de Librilla.

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Librilla es propiedad del Marquesado de los Vélez desde su compra en 1381 y vive un gran auge económico y crecimiento en la segunda mitad del siglo XVIII gracias al empuje de su producción agrícola y, sobre todo, a la importancia de la producción de seda. Por lo expuesto, este edificio será fundamental como lugar de descanso de los viajeros hacia Andalucía. Desde 1635 se tiene constancia de la existencia de mesón y parador de carros en la población propiedad del marqués. En 1761, en el catastro realizado por el marqués de la Ensenada, en lo relativo a Librilla, el marqués de los Vélez, entre sus muchas pertenencias, tenía una «casa mesón en el barrio del Puente por donde discurre el camino real».

En 1764, el marqués de los Vélez se planteará la construcción de una nueva casa mesón en la localidad de Librilla que sustituya al viejo mesón, debido a que era más pequeño y tenía una situación mala en el nuevo trazo urbanístico de la localidad. La nueva posada contaba con una gran ubicación a la entrada de la población en el denominado camino real, con unos 3.000 metros cuadros de solar y una gran distribución de estancias destacando los 224 pesebres, dos grandes puertas de acceso de carruajes, aljibes y las 11 habitaciones.

El plan inicial de construcción lo realizará Juan Solera López, maestro de obras e hijo de Martín Solera, destacado artista que fue veedor del gremio de albañilería y maestro alarife de la catedral y del Concejo de Murcia en diversos años.

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El comienzo de la ejecución de las obras de la casa mesón se debió de producir a finales de 1768 para proseguir definitivamente con la cimentación en 1769. El marqués destacaba a su administrador que la construcción debía ser la mejor posada del reino de Murcia, buscando la excelencia en el edificio para el descanso del viajero.

Los directores de las obras durante la construcción de la posada de Librilla fueron alternándose a lo largo del trabajo. En un principio los maestros de obras para 1770 son Joseph de los Corrales y el maestro de obra fue Pedro de San Agustín al que, tras morir en 1774, le sustituye en el trabajo Juan Moreno del Campo, procedente de otra posesión del marqués en Vélez Rubio. Después de la dirección de obras por Juan Moreno, tras su muerte en 1777, continúa las obras su hijo Joseph Moreno, para finalizar como maestro de obras en 1779 a la conclusión del edificio el vecino de Lorca Juan Morata. Cabe destacar el trabajo de planimetría realizado en la posada por Juan Pedro Arnal y Ardi arquitecto y director de arquitectura de la Academia de San Fernando.

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Los nuevos ideales ilustrados se ven reflejados en esta obra con su nuevo esquema arquitectónico, con una perfecta distribución interna marcando líneas de comodidad, adaptándose a su función y a las necesidades reales de este tipo de edificios.

La posada del marqués de Villafranca, al contrario que lo general en estas tipologías constructivas, recibió buenas críticas, como la del viajero inglés John Carr en 1809, expresando su satisfacción por el edificio y su servicio resaltando que el edificio era «la posada más bonita que había visto en España con buena comida, mantel limpio y construida por el duque de Alba» (recogido por Torres-Fontes Suárez, 1996). Don José Álvarez de Toledo heredará el título de duque de Alba en 1776, finalizando la obra empezada por su padre.

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La huella de la Ilustración es patente en esta construcción donde, siguiendo las premisas de la Academia, se llevan a cabo en esta obra con grandes arquitectos y buscando la excelencia del edificio más que la importancia económica. Dada la importancia histórica y arquitectónica del edificio, ha sido fruto de apertura de expediente para la declaración de BIC en 2021.

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