La Región de Murcia volvió ayer a teñirse de luto por la Covid, con 7 nuevas muertes y 3.151 contagios. Aunque la variante Ómicron ... parece menos letal, su gran transmisibilidad ha disparado el número de infectados, ha colapsado la Atención Primaria y va camino de colapsar también nuestras UCI.
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Ayer ya había 76 pacientes en estado crítico. Si sumamos a los ingresados por otros motivos y con lo peor aún por llegar, estas unidades están prácticamente llenas, en una región que apenas tiene 120 camas UCI, las mismas, por cierto, que antes de la pandemia. Si no han ido a las UCI, ¿dónde están entonces los más de 500 millones de euros que López Miras ha recibido del Gobierno en 2020 y 2021 para reforzar nuestro sistema sanitario?
Veinte meses después de la llegada de esta pandemia traicionera contamos con herramientas suficientes para detenerla. La pregunta es por qué no lo están haciendo nuestras autoridades. El Gobierno central está atado de pies y manos por la oposición más desleal de la historia. Si el Gobierno dice A, López Miras dice B. Si en Madrid proponen, López Miras critica que le imponen. Si no proponen y escuchan, López Miras denuncia falta de liderazgo y abandono. Estamos hartos de verlo.
Con este panorama, el Gobierno decidió destinar la mayor partida de la historia a reforzar los servicios sanitarios de las comunidades autónomas y darles margen de maniobra para tomar las medidas necesarias. En el caso de una región fallida como Murcia, un craso error. En primer lugar, los fondos del Gobierno han ido a parar al saco roto de San Esteban: por mucho que lo hemos solicitado desde Podemos, la Consejería de Salud sigue sin justificar el dinero recibido.
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En segundo lugar, las medidas sanitarias para protegernos de la pandemia han quedado en manos de un presidente que le debe el cargo a la ultraderecha negacionista de Vox, que lo salvó de la moción de censura. Por eso, con más de 3.000 contagios en Murcia, sigue sin ser obligatorio el pasaporte Covid en todos los establecimientos.
Usted debe llevar mascarilla en la calle, pero bares y restaurantes pueden decidir si piden o o no el certificado Covid. Los casinos y casas de apuestas también se libran, como ha pasado durante toda la pandemia. Un disparate.
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Nuestra principal arma frente a la Covid es la vacuna. No es solo una cuestión de protegerse a uno mismo. Las personas que rechazan vacunarse tienen una carga viral mayor y contagian doce veces más que un vacunado, pero en la Murcia de López Miras tienen barra libre. La libertad de los antivacunas vale más que la seguridad y las vidas del resto. Nunca un sillón había resultado tan caro.
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