De nosotros y Netflix

PERMÍTAME QUE INSISTA ·

Resulta patético, si no se tratara del presidente de España, que alguien se atribuya la capacidad de 'vender' el país a través de su cara bonita

Miércoles, 4 de mayo 2022, 01:25

Moncloa anuncia una serie sobre nuestro presidente del Gobierno. Sospechamos que algo semejante al docudrama de la Carrasco sin que tengamos todavía identificado quién será ' ... el ser'.

Publicidad

Manifiesta el entorno de Pedro Sánchez que supondrá un empuje a la imagen de España y hasta ahí podemos leer, como diría el difunto Kiko Ledgard ahora que se conmemoran los 50 años de la primera emisión del recordado programa '1,2,3'. Resulta cuando menos patético, si no se tratara del presidente de España, que alguien se atribuya la capacidad de 'vender' el país a través de su cara bonita, que la tiene, pero que por sí sola no parece que garantice un aumento turístico sensible en el PIB.

Imaginamos que el argumento del serial no estará totalmente definido y que Moncloa sigue trabajando concienzudamente en el mismo, ya que desde hace cuarenta y ocho horas el culebrón bien podría titularse 'Estamos siendo espiados' o quizá '¿Mentiras arriesgadas?'. Al ritmo que va la actualidad protagonizada por el Gobierno, el director de esta pésima idea debe estar desesperado y los guionistas a punto de la dimisión.

El culebrón bien podría titularse 'Estamos siendo espiados' o quizá '¿Mentiras arriesgadas?'

Como estas cosas van por capítulos que nos enganchen a la pantalla, es posible que alguno se grabe en Marruecos, la luz de ese atardecer favorece mucho, aunque no se cite el Sáhara y menos a Argelia. Como si ese país fuera el reino ideal de un cuento de hadas y especialmente muy democrático y moderno. Muy del gusto de la vicepresidenta Díaz y sus ensoñaciones.

Publicidad

Tampoco sabemos si Sánchez pretende grabarse unas imágenes 'macho alfa peludo' cual Macron. Esto solo ocurrirá si los ciegos asesores que le encontraron parecido con JFK en la famosa imagen del Falcon, deciden ahora que es más guapo y velloso que Macron. Y en cualquier caso, esconderán el guion de los ojos de Irene Montero, que no convocó una rueda de prensa contra los pelos del francés porque esa semana tocaba defenderlo en lo que fuera frente a Le Pen. Pero las elecciones francesas ya han pasado y esta señora no solo es capaz de brindar importancia a semejante 'boutade', sino de legislar en consecuencia.

La serie posiblemente se grabará de día y ahí sí mostrarán cierta sensibilidad muy de agradecer: encenderán todas las luces de Moncloa al precio que la estamos pagando el resto de los españoles. Esa luz y la de cada uno de nosotros por la pésima gestión del Gobierno resulta insultante dado lo que cuesta poner la lavadora. Ya se sabe que la ministra Ribera nos recomienda que no la pongamos mucho y nos pirramos por ver si aparece en la serie lavando las sábanas a mano con una camiseta cuya leyenda rece 'La culpa es de Putin y punto pelota'.

Publicidad

También se desconoce si aparecerá en algún fotograma la imagen de los veintidós ministros que mantenemos en España. Alguna cabeza pensante mascullará que la serie debe ser vista en el exterior y que quizá haya quien le achaque despilfarro institucional a un país que ahora mismo solo puede sobrevivir gracias a fondos europeos.

Pero seguro que juega un papel clave en el argumento el tema del espionaje: en las series siempre resulta de lo más atractivo. Lo que quizá no se refuerce es el papelón que ha jugado la presidenta del Congreso cambiando reglamentos internos para poder incluir a filoetarras e independentistas en la comisión de secretos oficiales del Congreso, salvando así a su jefe y a sus decretos y desdeñando que nadie está por encima de la ley, ni siquiera el Gobierno. Eso también va por los señores de Vox que no sabemos si aparecerán en el serial, pero que creen que un gobierno no tiene que dar explicaciones. Pues miren: no es así. Un escenario es que sepamos que un juez ha autorizado determinadas grabaciones para proteger la seguridad nacional y otro muy diferente, que se pueda hacer al albur de quien gobierne.

Publicidad

Desde luego, guion hay. Y sin demasiada imaginación, los escritores pueden plantear una serie de sainete, pero sin gracia alguna.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad