La 'Navidad vintage', un refugio
LA RAMPA ·
El conductor de pelo en cresta y el 'raca raca' de las noticias le devolvieron a la realidadNo es un cuento de Navidad, sino lo vivido en la Navidad de ahora mismo, fechas en las que, a veces, las personas de cierta ... edad se esfuerzan por driblar la duda de si serán las últimas. Miras la mesa alrededor de la cual se sienta la familia y ves que no está al completo. Aun así, brindas por todos los que están, por los que, estando, no están y por los que no están porque se fueron. Acuden entonces las evocaciones, lo que los modernos llamarían 'Navidad vintage'.
De niño, cuando la mayoría no teníamos casi de nada y muchos otros solo tenían hambre, cantábamos 'campana sobre campana' acompañando el villancico con domésticos instrumentos de percusión, tales como cazos, cucharas y cacerolas que, luego de las primeras risas y alguna abolladura, los mayores nos persuadían, de manera convincente y sin derecho a réplica, para devolverlos a su sitio.
Pero qué hermosas navidades. Las mejores. Una breve oración de la abuela, que era un cachito de Cielo, y allá que empezábamos con la sopa, seguida de no sé qué más. Desde luego nada de gambas ni besugo, pero qué bueno estaba todo lo que no recuerdo que tomásemos porque, cómo atender al plato y no a las preguntas picarescas que nos hacía el abuelo, corazón de oro y gesto adusto, como probablemente correspondía a su condición de Oficial de la Guardia Civil que esa noche, rodeado por sus numerosos nietos, derivaba en sonrisa placentera.
Por ahí caminaban mis pies y transitaba mi pensamiento cuando inicié el cruce de acera y, 'flissss', si no miro a la izquierda me limpia un coche cuyo conductor, pelo en cresta y gafas de sol, seguro que habría frenado si hubiera sido un camión. Pero no, era un hombre inclinado por el frío y por la edad, que pasaría a engrosar la lista de peatones atropellados por vehículos de cuatro ruedas, sin contar los de dos ruedas, entre los que destacan esos patines eléctricos que circulan a toda pastilla por las aceras.
No, no dibujéis una sonrisa caritativa. Los 'retro' sois vosotros.
Ninguna compasión pido, pero todo el respeto exijo.
Ya en casa, sano y salvo, la realidad me devuelve portadas de periódicos que siguen con su 'raca, raca', dale que te pego, adobado con el negro diciembre que nos aporta la violencia de género y... A ver, por favor, me disculpen, pero no encuentro mejor refugio que retener aquellas navidades 'vintage'.
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