Las mujeres molan

ALGO QUE DECIR ·

Una librería feminista de Madrid ha retirado de sus estanterías los libros de Carmen Mola

Miércoles, 22 de diciembre 2021, 01:12

Durante siglos se han tenido que esconder o disfrazar para ejercer actividades que tradicionalmente les estaban reservadas a los hombres; firmaron con seudónimos o apodos ... masculinos y se escabulleron entre la muchedumbre del otro sexo, el llamado sexo fuerte, para hacer realidad sus deseos. Mencionaré los casos excepcionales de Catalina de Erauso y Pérez de Galarraga, popularmente conocida como la Monja Alférez, que fue una militar, monja y escritora, George Eliot, las hermanas Brontë o el de Cecilia Böhl de Faber y Ruiz de Larrea. Si se hubiesen mantenido fieles a su propio sexo no habrían podido llevar a cabo sus sueños y nos habrían privado a los lectores de esas obras de arte que terminaron inmortalizándolas y poniéndolas al descubierto. Eran buenas escritoras e igual de buenas habrían sido si hubieran firmado con sus nombres originales, pero tal vez ya no las hubieran mirado del mismo modo y hasta es posible que no les hubiesen dejado participar del festín del prestigio y de la fama.

Publicidad

Por estos días ha sucedido todo lo contrario. Una mujer, mejor, un nombre de mujer ha ganado el último premio Planeta con la novela titulada 'La bestia'.

Carmen Mola es el seudónimo con el que los escritores y guionistas Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero han obtenido este año el galardón mejor dotado del panorama literario y con el que han publicado varias novelas policiacas en la editorial Alfaguara desde 2018, siempre con el personaje de la inspectora Elena Blanco como protagonista. La polémica estaba servida aunque se trata, si miramos el asunto detenidamente, del mismo fenómeno sucedido en siglos anteriores con las escritoras mencionadas pero esta vez a la inversa porque, por fortuna y a pesar de que las féminas siguen sufriendo la crueldad de los hombres en muchos casos, la voluntad de instituir un desequilibrio razonable entre los sexos, una conquista social que a muchos se les antoja utópica, se ha ido estableciendo con parsimonia pero con firmeza entre nosotros como una constante inalienable. Y ya nadie discute, aunque no crea en ello o no lo ponga en práctica, que ellos y ellas son iguales ante las leyes de una manera incontrovertible.

Esta situación solo reporta escándalo y más publicidad al premio y, por ende, a sus autores

Pero también sabemos que como contrapeso a esta balanza social un tanto escorada, la mujer ocupa ya un puesto indiscutible en la sociedad y en el arte, de hecho lo viene ocupando desde hace bastantes años sin que los hombres tengan derecho alguno a argüir algún contrargumento de cierto peso.

Las mujeres están de moda, las mujeres tienen poder, las mujeres sufren terribles injusticias y, a cambio, deberían tener un puesto de privilegio en determinados ámbitos sin que a nadie y menos a los hombres pudiera parecernos mal. Y hasta aquí todo perfecto, todo en su lugar.

Publicidad

En cambio el fallo de este último Premio Planeta y el descubrimiento de que un puñado de hombres se han servido de un nombre femenino como pseudónimo para enmascarar su identidad a modo de juego literario no parece haberles sentado bien a algún sector femenino.

Una librería feminista de Madrid ha retirado de sus estanterías los libros de Carmen Mola como reacción inmediata a la noticia, aunque en el fondo esta situación solo reporta escándalo y más publicidad al premio y, por ende, a sus autores, cuya novela no sé, ni es posible que sepa nunca, si merece o no merece dicho galardón. Es verdad que no ha sido el Planeta un modelo de calidad literaria, salvo en honrosas excepciones, como los casos de Juan Benet, Marsé o Muñoz Molina, pero a cambio ha logrado casi siempre el milagro de las ventas y de la fama y este año, un buen pico de dinero.

Publicidad

Yo creo que nadie puede ofenderse por esta treta tan oportuna; ellas, porque con este hecho se demuestra que se hallan de absoluta actualidad, y en este caso también para bien, y ellos, porque por primera vez han acudido al cobijo de una hembra para lucir cierta notoriedad y para embolsarse unas buenas perras.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad