La actriz, cineasta y fotógrafa alemana Leni Riefenstahl murió a los 101 años en 2003. En la imagen, en el rodaje de 'Tierra baja' en 1940.
La Vereda del Capitán

No era tan inocente Leni Riefenstahl

Andres Veiel desmonta en un documental su empeño en alejarse del nazismo

Sábado, 16 de agosto 2025, 07:16

Leni Riefenstahl se sentía capturada por una fuerza magnética al referirse a Hitler. Con el tiempo hará muecas, vociferará y perderá los papeles cuando le ... pregunten por el supremacismo nazi. No se cansarán, fue cuestionada hasta el fin de sus días. El documental 'Riefenstahl', disponible en Filmin y Movistar Plus+, refuta las historias fabricadas por Riefenstahl a lo largo de las décadas y desmonta su incoherente y agrietada estrategia para desvincularse del régimen que planificó el exterminio de millones de judíos, gitanos y otras minorías.

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El cineasta Andres Veiel –alemán– tuvo acceso al archivo personal de Leni, un material increíble [más de 200.000 fotografías, diarios, horas de llamadas telefónicas grabadas con amigos, películas privadas desconocidas...] y ofrece «una nueva perspectiva sobre la controvertida cineasta, que era, en realidad, una propagandista declarada de la época nazi».

Documental de Andres Veiel.

La primera vez que Riefenstahl dijo haber escuchado el término nazi es en 1932. Es el año del estreno de 'La luz azul', película que dirigió junto a Béla Balázs y que sería «la clave de mi vida». El argumento del filme no deja de ser un trasunto de sus embelesos. La protagonista es una mujer extraña, Junta, que es la única persona que ha descubierto el acceso a una increíble gruta llena de hermosos cristales; los aldeanos creen que es una bruja, y acabarán profanando este lugar sagrado para ella. Leni protagonizó, además, este largometraje. Después hizo 'El triunfo de la voluntad' (1935) y 'Olympia' (1938); «la política es lo contrario al arte», disimula a modo de expiación.

En su intención de ser considerada una artista sin la estampilla del nazismo ella, que desprecia la debilidad, se tiene por una creadora «intensa, ferviente y apasionada» que llega incluso a olvidarse de los «problemas reales». Nunca aceptará que creó 'El triunfo de la voluntad' para Hitler: «Me pidieron el encargo y tenía la obligación de hacerlo».

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Pero Hitler solo proclama cosas diabólicas («el Estado no nos da órdenes, se las damos nosotros al Estado»; «el Estado no nos creó, estamos creando nosotros nuestro Estado»). Leni resultará siempre una mujer desconcertante; cuando le interroguen por el motivo de esa película, responderá que la palabra que más se repite en los discursos del Führer es «trabajo y paz». Solo que Hitler era abominable en sus arengas y hechos: «Un pueblo que no protege su pureza racial, morirá...». Según Leni, el 90% de la población alemana estaba fascinada por el canciller.

Elfriede, una mujer que tenía fe en «una Alemania distinta», abochornó a Leni en televisión por hacer películas que iban en contra de toda la humanidad. El documental muestra que Leni no era el flautista de Hamelín y que sí sabía lo que ella decía que no sabía.

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