Día de la Región de Murcia, el orgullo de sentirse de aquí

Jueves, 5 de junio 2025, 01:20

El 9 de junio no es un día cualquiera en el calendario de quienes vivimos, o hemos vivido, en la Región de Murcia. Es una ... jornada que, más allá de banderas o discursos institucionales, tiene algo de íntimo, de emocional. Porque en ese día celebramos lo que somos, lo que fuimos y lo que aspiramos a ser.

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Corría el año 1982 cuando el Parlamento español aprobó el Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia. Aquel gesto jurídico, aparentemente frío, tenía sin embargo un significado enorme: reconocía que esta tierra, con su historia singular y su geografía diversa, tenía derecho a decidir por sí misma una parte de su destino. Desde entonces, cada 9 de junio nos lo recordamos a nosotros mismos: somos una comunidad con voz propia.

Para quienes hemos nacido entre las huertas del Segura, entre los melocotoneros de Cieza, los saladares del Mar Menor o las sierras del Noroeste, este día despierta una mezcla de orgullo y tenacidad. Orgullo por los logros que se han conseguido en estas décadas de autonomía: hospitales, universidades, carreteras, museos, protección del patrimonio, políticas propias. Tenacidad, porque a veces, en este rincón olvidado por los grandes focos del país, hay que luchar el doble para que se nos escuche. Y, sin embargo, seguimos aquí.

Y seguimos aquí también para defender lo que con tanto esfuerzo hemos construido. Por eso, este año el Día de la Región viene inevitablemente teñido de preocupación, y también de firmeza. Porque no podemos celebrar lo que somos sin alzar la voz por lo que está en riesgo: el Trasvase Tajo-Segura. Su continuidad no es una cuestión técnica ni política: es una cuestión de justicia, de vida, de futuro.

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Gracias al trasvase, el sureste español, y especialmente nuestra región, ha podido sostener una agricultura de altísima eficiencia, generadora de empleo, de riqueza y de sostenibilidad ambiental. El agua que fluye desde el Tajo hasta el Segura no solo riega nuestras huertas, sino también la esperanza de miles de familias que viven de la tierra. Reducir aún más ese caudal es condenar al abandono campos fértiles, arrinconar a profesionales ejemplares, y sustituir el verde de la productividad por el gris del abandono.

Por eso, desde este rincón del sureste que siempre supo trabajar con lo poco, levantamos una vez más la voz para decir: el trasvase es necesario. No pedimos privilegios, sino coherencia. Defendemos un modelo que funciona, que alimenta a Europa, que respeta el entorno y que da empleo directo e indirecto a decenas de miles de personas. Reivindicamos que se mantenga en sus actuales condiciones, sin más recortes, sin decisiones arbitrarias que desprecien la ciencia, la técnica o la solidaridad entre territorios.

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En medio de esta lucha justa, no dejamos de mirar también hacia lo que nos enorgullece. Porque el Día de la Región de Murcia es, además, una jornada para rendir homenaje a quienes la hacen más grande. Las Medallas de Oro que se entregarán este año a la Patrulla Águila, al Pueblo Gitano, a la Universidad, a los artistas, al tejido social, a la cultura, nos hablan de esfuerzo, de identidad y de compromiso. También lo hace la figura de Jaime Lamo de Espinosa, uno de los impulsores del Trasvase en 1979, que este año recibirá esa distinción. Su inclusión entre los galardonados no es solo un gesto simbólico, sino un mensaje claro: defender el agua es defender la Región. Son nombres que, con sus trayectorias, nos recuerdan que Murcia está llena de talento silencioso, de esfuerzo diario, de generosidad sin estruendo.

Este 2025, además, el Día de la Región coincide con un aniversario de calado: los 1.200 años de la fundación de la ciudad de Murcia. Mil doscientos años dan para muchas historias, para muchas mezclas, para muchas capas de identidad. Y ahí sigue, a orillas del Segura, viva, luminosa, mestiza, hospitalaria. No hay mejor símbolo para explicar qué significa ser murciano que esa ciudad nacida en la confluencia de culturas, en el agua y en la tierra.

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Pero más allá de los reconocimientos, hay un murmullo que recorre plazas, casas y mercados: el murmullo de una tierra que se celebra a sí misma. En los hornillos se cuecen michirones, en los patios se cantan jotas, en las sobremesas se sirven paparajotes. La bandera ondea, sí, pero no como un símbolo vacío, sino como una promesa: la de cuidar lo que somos.

El 9 de junio, entonces, no es solo una fecha. Nos recuerda que esta tierra tiene pasado, presente y, sobre todo, futuro. Un futuro que construiremos entre todos, con trabajo y con sueños. Que no siempre será fácil, pero que merece la pena. Porque, al final, lo que celebramos no es un estatuto ni una ley: es la emoción de sentirse parte de algo. Es saber que aquí, entre limoneros, palmeras y melocotoneros, late una región que siempre encuentra motivos para seguir adelante.

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Este 9 de junio, conmemoramos el pasado y abrazamos el futuro. Con emoción, con gratitud y con la determinación de quienes saben que su tierra merece respeto. Murcia lo merece. Su gente lo merece. Y su agua también.

Los integrantes del Grupo de Opinión Los Espectadores son:

Bernardo Escribano Soriano, Jesús Fontes, Javier Jiménez, José L. Garcia de las Bayonas, José Izquierdo, Blas Marsilla, Luis Molina, Palmiro Molina, Francisco Moreno, Antonio Olmo, José Ortíz, Francisco Pedrero, Antonio Sánchez y Tomás Zamora.

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