Quienes protestan por el Trasvase (si no todos, muchos de ellos) procuran quitarle oportunidad y mérito, pintando el cuadro de un suave (como disimulando) azul ... franquista. No se atreven a decir en alta voz que, por ser producto de una dictadura, carece de justificación suficiente. Pero dejan caer un dar por sabido que esta exitosa traída de aguas desprende un tufillo franquista que la hace ilegítima. O que, cuando menos, merece ser tenida por tal.
Publicidad
El discurso antitrasvase se siente bien consigo mismo, agarrándose a una cantinela meramente política. Pero sin levantar la liebre, visto que (si subieran el volumen) no sería posible que la camelancia se tuviese en pie. Ahora que la II República celebra aniversario (y coincidiendo con un nuevo ataque al Trasvase desde las instancias), sería bueno recordar que el proyecto de establecer un equilibrio entre las cuencas fluviales de la Península es de origen republicano. Algo que no tiene nada de particular, si aceptamos que un gobierno que quiera prestar un servicio al país, lo normal es que apruebe proyectos que beneficien al común. Y si hay que retorcerle un brazo a la Naturaleza, pues se le retuerce.
–¿Por qué dice usted de retorcer nada?
¡Hombre! Porque, siendo verdadero que la Naturaleza es sabia, a veces los sabios pueden detectarle alguna deficiencia. Por ejemplo, cuando a la hora de darle forma a una España enteramente húmeda, se olvida de la mitad de abajo y la deja seca pelá. Como si los españoles (desde Despeñaperros para acá) fuésemos hijos de un dios menor. En tiempos como digo republicanos, un ingeniero con buena cabeza (Lorenzo Pardo) proyectó. Y un ministro bañado en lógica reformista (Indalecio Prieto) impulsó un ideal del que el Trasvase Tajo-Segura es solo una minucia.
Alicante, Murcia y Almería (porque su clima acompaña y los agricultores doblan el lomo), cuando les enchufan la cieca manchega aportan el ciento por uno al famoso PIB, engordándolo con cantidad de frutas y verduras. Estamos hablando de la República, la Dictadura y la Monarquía, joder. Juntas, sí señora, aunque no revueltas. Por todo lo cual, veo de tontos (por redundante) politizar la política.
Publicidad
Digan, mejor, aquello de: '¡Agua va!'. Y en paz.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión