Siempre se dio por sabido que cada cosa tiene su tiempo. Y los tiempos su afán.
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–También se comenta que cada tiempo es un ... mundo.
Correcto. El fútbol, en cambio, tiene dos tiempos. Y como quiera que uno y otro son diferentes, los futbolistas los juegan de distinta manera. No sé si me explico, aunque me gustaría. Porque si, en estos momentos, lográsemos encajar, o machihembrar, el tiempo del político y el tiempo del pequeño/mediano transportista, evitaríamos (o al menos podríamos atenuar) el grave conflicto en el que ahora se encuentran.
Moncloa y los profesionales del camión funcionan con tiempos tan diferentes, que no hay manera de lograr que se acomoden entre ellos. La Administración Pública es una máquina que tiende a retrasarlo todo. Como si, por ser vos quien sois, tuviera licencia para hacer lo que tiene la obligación de hacer, acomodando su tiempo al que rige en una multitud de grupos que viven de su trabajo. La mayoría de estos grupos requiere que, cuando al Estado le toca responderles (como en la circunstancia actual de los transportistas), lo haga no usando el tiempo lento y desesperante que corresponde a las Moncloas de turno (como ejemplo, lo del volcán de La Palma), sino sacudiéndose su movimiento elefantíaco y mastodóndico, en menos de veinticuatro horas.
¿Y por qué la prisas? Pues joder, porque el camionero necesita ya mismo gasolina a un precio razonable, realizar el servicio, cobrar por ello y acercarse a la tienda a comprar la comida para la familia. ¿Lo entiende Moncloa o se lo explico otra vez? Y dejen de hablar de boicots y violencia gratuita. Resuelvan desde arriba con diligencia lo que necesitan los de abajo para ir tirando. Y menos discursos por la tele, demorando la solución.
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Si Moncloa tiene que resolverle al transportista, hágalo con la misma celeridad que mueve al transportista a hacer su trabajo, en cuanto pueda llenar el depósito en la estación de servicio. Notará usted qué pronto se acaban las trifulcas y vuelven los carburantes a su cauce. Cumplan los de arriba con su trabajo, pero pronto y bien. Y verán derretirse el conflicto como si fuera un polo de limón.
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