Cuando hablamos del sexo de los ángeles, lo que queremos decir es que no merece la pena referirse al tema. No porque no nos guste ... cogérnosla con papel de fumar, sino porque el ser humano carece de poderes bastantes para llegar a saber si los ángeles (excepción hecha del ángel malo, que es el Demonio) tienen o no atributos sexuales. Los sabios de este mundo se preguntan: '¿Por qué serán fríos los ángeles? ¿Porque no tienen sexo?'. Y añaden: 'Tal vez'.
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Yo tengo mis dudas. Aunque se empondere (o pondere) el sexo, no siempre esa emponderación (o ponderación) produce lo que llamamos un calentón. Uno se pregunta si eso es tan cierto como solemos dar por hecho. Me inclino a creer que los ángeles son fríos porque nos empeñamos en pintarlos de blanco. Esta creencia mía viene avalada por la evidencia de que un ángel negro (léase el de Machín) no es un ángel propiamente dicho. Más bien es un Diablo. Este engendro de ángel luce (en algunas pinturas tirando a picassianas) una gorra roja. Y el rojo, como bien sabemos, conlleva el calentón o calentamiento.
Los mismos sabios ya aludidos, después de expresar a Moncloa sus dudas sobre si la ausencia de sexo en los ángeles hace que estos sean fríos, nos dicen que también pudiera ser debido a que 'viven más allá del sol'. Debo reseñar que padezco mucha desorientación acerca de ello. (Me pasa lo mismo con quienes estos últimos días tratan de dorarse tumbados en la playa de la Barceloneta). Para dar por bueno lo anterior, tendríamos que aceptar igualmente la incombustibilidad. Si, como dicen, se han presentado alguna vez en la Tierra (para hacer este o aquel anuncio o anunciación, que es lo suyo), habrán tenido que atravesar el sol.
–Eso es de cajón.
Correcto. Y el mismo cajón demuestra que el viaje a este mundo desde el Más Allá resultaría inviable. Ni siquiera un astronauta vestido de ignífugo puede pasar cerca del sol sin achicharrarse. Cuando menos un ángel, que padece la levedad de una mariposa, encima vagarosa.
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Todo lo cual demuestra que no es nada fácil decir amén, ni tampoco decir jamás, al indulto de esos señores de Cataluña.
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