Rafa Nadal es una persona de fuste. Casi un mito. Y, sin embargo, su comportamiento habitual es natural, tranquilo y empático. Se lleva de perlas ... con los periodistas, usando un truco infalible como es atenderlos. Le preguntan, responde y aquí no ha pasado nada. Es tan sencillo que no se entiende cómo otros chocan con la prensa, yo creo que a propósito, para ganar enteros ante cierta opinión pública. A lo mejor mayoritaria y todo.
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Hay ciertas cosas que no son propias de Nadal. No se corresponden con su particular manera de comportarse. Por eso es aún más sorprendente lo que le acaba de suceder. En un programa de la tele de los que ve mucha gente ha hablado de una «laguna dorada», en cuyas aguas se mueve él mismo, permitiéndole ganar un dinero tonto sin apenas esfuerzo. El tenista nos anima a imitar lo que él mismo viene haciendo. Pero con prisas, «antes de que los grandes bancos le den el cerrojazo a las ganancias».
Hay que ver para creer que el mismo Nadal que solo habla de tenis, salga ahora estimulando a los espectadores de 'El hormiguero', no a que se comporten como hormiguitas, embolsándose hoy un euro y mañana otro, poquito a poco. Nada de eso. El muchacho nos propone todo lo contrario: ganar un pastón y hacerse millonario en unos pocos meses. Muchos pensarán que le pusieron algo en la bebida o que alguien lo hipnotizó. El de esta proposición (en cierto modo escandalizante) no es nuestro Nadal de siempre.
Nos habló de una moneda virtual (o dinero digital) que no viene regulada por las instituciones financieras convencionales.
–¿Y de dónde procede? –llega corriendo y jadeando un lector aireando un par de billetes de cincuenta euros.
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Mis noticias –le digo– son que lo emiten y controlan los llamados Desarrolladores.
–¿Y qué pinta tiene al respecto un Desarrollador?
Eso da igual. Lo que importa es confiar en la palabra de Nadal, que nos ofrece un invento financiero mediante el cual, sin aportarle nada al PIB, tú pones equis dineros y, en cosa de cuatro días, se te convierten en equis al cuadrado.
–¡Y que sea Nadal quien trajine esto!
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