Quien mejor puede hablar de democracia es la señora Catalina Requena, de Mula, ya mayor, que es viuda y cobra una pensión de 680 euros. ... Pero ella no usa ese término, porque es una persona normal y corriente. (Los que se exceden en el discurso democrático son los que menos lo practican. Siempre ha sido así). Catalina, en lugar de enchufar el aire acondicionado, pues con esa paga no le llega, se las apaña tomándose un vaso de agua y poniendo en marcha el abanico, que solo gasta carburante humano. Por lo que observo en la foto (la que publicó LA VERDAD del viernes, ilustrando una entrevista realizada por José Luis Piñero), la señora Catalina tiene el brazo con hechura de herramienta bien templada, de tanto dale que te pego.
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–Menos mal que abanicarse no paga IVA.
Todo se andará, jefe. El IVA, como la covid, no hace distingos. En fin, vayamos al asunto. El mismo día que compareció Catalina, la luz alcanzaba su quinto récord consecutivo.
–Si se va usted a meter con alguien, piénseselo. También en los otros países europeos anda el fluido por las nubes.
Pues si en Europa sube como aquí, lo veo igual de mal. Solo voy a decir mi verdad, pues quiero creer que es la de muchos. Lo de la inesperada, por súbita y anómala, carestía eléctrica no resulta fácil de asimilar. Mejor dicho, no hay quien lo asimile. Y todo lo más que te dicen desde arriba es que se trata de una consecuencia lógica del libre mercado. Esto de echar mano del mercado para justificar tropelías socio-económicas no me parece justo, ni actual.
–¡Hombre! Actual no puede serlo más.
Quiero decir que, a estas alturas de la gobernanza, como gustan llamarla, no deberíamos servirnos de antiguallas, presumiendo como presumimos de post-modernos. Recurrir ahora, con la que está cayendo, a Vincent de Gournay, fisiócrata del XVIII, lo veo extemporáneo. Este caballero puso de moda aquello de 'laissez faire et laissez passer', que significa 'dejen hacer y dejen pasar'. La frasecita pasó a ser eslogan de la economía libre de mercado. Algo que actualmente resulta incompatible con las señoras Catalinas de todo el mundo.
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