En las páginas dos y tres de LA VERDAD de ayer aparecen, de espaldas y en cuclillas, dos niños tocados con sendos gorros de color ... azul. Están mirando, no la mejor manera de hacer un castillo de arena, sino los peces muertos o agonizantes arrastrados hasta la orilla, que es el morir. Deprimente espectáculo para unas criaturas que se están asomando ahora a la vida. Imagen tan penosa se les vendrá al pensamiento cada vez que alguien les nombre el pequeño mar. Veo poco probable que una recuperación a tope de este paisaje, si es que se produjera, consiga borrar de su mente la estampa tan patética de hoy.
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Estos zagalicos me traen al recuerdo otros como ellos que, en los años sesenta, visitaron La Manga (y disfrutaron de las aguas que su litoral abraza), formando parte de la Operación Plus Ultra. Consistía en 'pasear a dieciséis niños por toda España'. La idea de esta maravillosa excursión tuvo su origen en un programa de la Ser, dirigido por Joaquín Peláez.
Por aquel tiempo de los inicios del turismo en nuestras playas, recorría yo el litoral de Murcia (por entonces titulado Costa Blanca, denominación que con habilidad trincó Alicante). Viajaba en mi Dos Caballos, escribiendo la crónica de un paisaje con el que pretendíamos llamar la atención de los turistas. Un día de aquel verano llegaron a La Manga los zagales de la Operación Plus Ultra. Si la memoria no me engaña, iban vestidos de azul y se tocaban con un gorro del mismo color. Los recibió Tomás Maestre, el dueño y promotor del lugar, que hizo que preparasen un caldero con el que agradar a los muchachos. Comoquiera que la experiencia era 'de película', pronto rodaron una, en la que salía incluso la Carmen Sevilla.
Quiero creer que algunas de aquellas habrán escapado de la pandemia. Cuando se hayan enterado de la mortandad de peces en los apestosos contornos de aquel mar (tolerado a menores) y hayan visto el desastre por la tele, ¿no es de razón suponer que habrán llorado? ¡Qué diferencia entre aquel Mar Menor tan jovial y lleno de risas, y este de ahora convertido en un cementerio!
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