Este es el problema. ¿Quién, cómo y en qué momento? Alguien con mucha credibilidad. Los padres, quizás. O los maestros, o el tutor. Algunos se ... avienen a escuchar al profesor de Historia, que les sitúa lo que está pasando (como la ristra aquella de los Reyes Godos que memorizamos nosotros) entre los acontecimientos descomunales de este desgraciado planeta. Alguien pedirá que llamen al psicólogo.
Publicidad
Se trataría de hacerles saber acerca del peor de los sucesos imaginables. Y probablemente no dispongamos de herramientas para ello. No es que no lo viéramos venir. ¡Pero se veía como una probabilidad tan remota! Era algo que, de tan horrible, dábamos por sabido que jamás ocurriría. A ver, el cambio climático. Pues claro que es algo muy gordo. Pero, cuando hablamos de eso, siempre lo acompañamos con la posibilidad de manejarlo poniendo unos medios más o menos a nuestro alcance.
En los casos parecidos al de Ucrania, dábamos por sabido que nadie iba a atreverse, por la cuenta que le tenía. Tendría que ser un mandamás. Lo de apretar el botón y tal. He aquí la explicación tranquilizadora: una guerra atómica acabaría con todos, incluido desde luego el que la iniciase. ¿Pero y si al promotor le da igual? Porque está loco, porque es un malvado y porque su ego enfermizo se alimenta de chulería.
Los niños de ahora son diferentes a los de antes. Capaces de manejarse con naturalidad, desde casi recién nacidos, con inventos cibernéticos que prometen una existencia fantástica. Tienen la sensación de que todo será progreso. Saben que podrán disfrutar de unos adelantos de los que sus padres solo recibieron la milmillonésima parte. Intuyen que tienen un futuro venturoso. ¿Cómo les explicas lo que no sabes cómo explicárselo?
Publicidad
A estos niños novísimos, pobrecicos míos, no puedes mentarles al Coco, ni al Lobo, ni a los Dinosaurios, ni desde luego a Satanás. Se reirían de nosotros. ¿Y con qué cara les dices que el hombre de la Edad de Piedra (con tantísimos peligros acechándolo) tenía más y mejor futuro que los hijos del Progreso?
¿Cómo vas a llamar a tus nietos para hablarles, si tampoco sería bueno que te viesen llorar?
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión