Basura murciana

Si conociéramos todos los dato (tipo de basura y origen de la misma), podríamos llegar a conclusiones ciertas. Pero lo único que se nos ha dicho es que los de Murcia embasuramos el entorno en muy alta medida.

–Más está embasurando Putin.

Eso es verdad. Pero, conociendo el percal, ello no nos proporciona ningún consuelo. Digo yo que, si se tratase de basura plástica, no veo por qué tenemos que producir nosotros más que la mayoría. Nuestra afición al plexiglás y sus derivados, pienso que es la misma que la del resto de los españoles. Los desperdicios que se derivan de hacer de comer, no veo por qué tienen que ser mayores. Ahora ya menos, pero, siendo como somos una provincia agropecuaria, lo común es que esta clase de basura se la coma el marrano, las gallinas y, en fin, lo llamados animales domésticos.

Entonces, ¿qué? No me queda más remedio que suponer que la estadística nos está hablando de basura producida por nuestro propio organismo, en forma de defecaciones continuadas y abundantes. Me pregunto: ¿cagamos mucho porque comemos mejor, pero aludiendo más a la cantidad que a la calidad de los alimentos? No creo. Aquí en Murcia, la calidad alimentaria está probada. Y no es porque seamos más ricos y gastemos más dinero en comer. Nuestra riqueza gastronómica es notoria. La gente que viene de fuera no duda en reconocerlo.

Dicho lo cual, tengo que reconocer que el dato que justifica este articulillo no me cuadra absolutamente nada. O nos lo explican con mayor número de datos o más les vale que se callen.

–Igual lo dicen por lo del Mar Menor.

¡Ahora caigo! ¡A eso se debe! Humillante, ¿no?