Cuestión de estrategia
¿Por qué el PP no se preocupa de ofrecer soluciones a la vivienda, o el empleo, o el precio de los productos agrarios, en lugar de hablar de Begoña Gómez o del fiscal general?
Las encuestas no son infalibles. Se equivocan mucho. Pero suelen señalar tendencias. Indican el sentido de la opinión pública en un momento determinado. Esto determina ... que los estados mayores de los partidos políticos tengan que dedicar mucho tiempo y mucho trabajo al estudio de los sondeos de opinión, con el fin de obtener conclusiones que permitan diseñar estrategias eficaces. En la actualidad, el peso de los sondeos de opinión resulta decisivo, hasta el punto de que gran parte de las decisiones políticas están precedidas de un estudio de los resultados de las encuestas.
Publicidad
Ahora bien, los sondeos, las encuestas, los estudios demoscópicos no pueden sustituir a la inteligencia de los políticos. Con los datos demoscópicos en la mano, los políticos han de resolver importantes cuestiones de estrategia, que ningún ordenador ni ninguna inteligencia artificial podrían solucionarles. Y esto supone en el político una capacidad de análisis, de proyección de futuro, y de generalización, que suele marcar la diferencia entre un político bueno y otro malo.
En la situación actual, a la derecha política española quizás le convendría efectuar algunas reflexiones:
1.- Las encuestas, por ejemplo, indican que, en unas futuras elecciones generales, el bloque de la derecha ganará ampliamente, y la suma de diputados del PP y Vox conseguirá la mayoría absoluta en el Congreso. Y también indican que el PP, sin Vox, nunca conseguiría la mayoría necesaria para la investidura. Es decir, que el PP depende de lo que decida Vox. Feijóo será, o no, presidente del Gobierno según la decisión que tome el partido de Abascal. Algo muy parecido a lo que está ocurriendo ahora en Valencia: habrá nuevo presidente de la Generalidad del PP si Vox quiere.
Estos datos estadísticos deberían hacer reflexionar al equipo de Génova 13. Resulta que están volcados en cuerpo y alma en el acoso y derribo de Pedro Sánchez, pero que toda esta trabajosa tarea de polarización, crispación e insultos no le está beneficiando al PP, que no sube en las encuestas, sino a Vox, que no hace nada más que esperar a que el PP termine el trabajo sucio.
Publicidad
Quizás, con este dato estadístico, Feijóo debería preguntarse si no se estará equivocando al identificar al adversario. El problema del PP no es Sánchez, sino Abascal. Haga lo que haga el PP, el PSOE, sin necesidad de crispaciones, perderá las elecciones generales por sus propios méritos. La amnistía, los indultos, las cesiones a los separatistas, las malas influencias de los comunistas de Sumar, y los escándalos de corrupción relacionados con los dos últimos secretarios de organización, cuyo desprestigio social se alimenta por sí mismo, sin necesidad de que lo avive el PP; todo ello va a cavar la sepultura política de Pedro Sánchez.
Siendo esto así, quizás Feijóo debería identificar adecuadamente a su adversario, dejar en paz durante una temporada a Pedro Sánchez, y afirmar la identidad del PP, marcando distancias con Vox.
2.- Pero esta es ya la segunda reflexión. Si quien le está quitando los votos al PP no es un PSOE en declive, sino un Vox en ascenso ¿qué puede hacer Feijóo para impedirlo? ¿Qué puede hacer para revertir la situación? En mi opinión, hasta ahora la estrategia del PP a este respecto ha sido absolutamente equivocada. No se consigue nada asumiendo los planteamientos ideológicos y programáticos de Vox, ni imitándole, ni normalizando las relaciones entre los dos partidos, ni pactando con Abascal presupuestos autonómicos o investiduras y gobiernos. Así, quien crece y se consolida es Vox, y no el PP. Habría, pues, que cambiar de estrategia: el PP no puede ceder ni un milímetro cuadrado ante Vox. Ni un milímetro. Ni en ideología, ni en programas, ni en actitudes. Si lo hace, con el propósito de ganar o mantener una presidencia de gobierno en una autonomía, el PP habría conseguido el poder en el momento presente, pero estaría perdiendo el futuro, porque el electorado le castigaría en las próximas elecciones. Un PP con identidad propia, tendría futuro. Un PP que ceda ante Vox estaría condenándose a la irrelevancia absoluta en ese futuro.
Publicidad
3.- Y otra reflexión estratégica se debería derivar del estudio de los votantes de ambos partidos de derechas. Resulta que Vox obtiene más votos entre la gente joven. Y que el partido de Abascal está triunfando en las zonas urbanas más deprimidas y entre las gentes que se dedican a la agricultura y a la ganadería. ¿No será que el PP no ha podido conectar con este sector del electorado porque no ha entendido o no ha comprendido los problemas de los jóvenes o del sector primario? ¿Por qué no se preocupan en ofrecerles soluciones a los problemas de la vivienda, o del empleo, o del precio de los productos agrarios o de su comercialización, en lugar de tanto hablar de Begoña Gómez o del fiscal general? ¿No se da cuenta Feijóo de que este camino no le lleva a ningún sitio?
Dediqué los mejores años de mi vida a la construcción de AP-PP. Espero que los militantes puedan perdonarme que me preocupe por su trayectoria actual.
Oferta Cyber Week 6 meses por 2€ al mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión