Los votos del #SosMarMenor no se ganan, se merecen

El PP y sobre todo la ultraderecha populista obtuvo un granero de votos importante en el Campo de Cartagena y demarcaciones de la cubeta sur, no porque no quieran cambiar, sino al contrario, porque los deseos de mejora son mayores, y los sentimientos de rabia y aislamiento que embargan a esta población desde hace años y años le han hecho perder la confianza en la política. Lo que ha ocurrido con estos pueblos es una gran injusticia ambiental. La pobreza, la contaminación y el populismo no se distribuyen al azar. Requiere corrupción, sociedades rígidas y políticos vulnerables. La Región de Murcia es la única comunidad autónoma que no ha tenido alternancia política en el Gobierno en las últimas décadas. Dice el Cemop que la opinión pública de la Región de Murcia es conservadora. Pero en mi opinión es conservadora 'por el miedo al cambio'. Más vale malo conocido que bueno por conocer, dirán los vecinos. En este contexto sociológico, ¿cuánto es éxito de unos o fracaso de otros los resultados de las autonómicas?

La caminata del Mar Menor es de los recorridos más bellos y auténticos que podemos ofrecer a nuestros jóvenes. Debería ser obligatorio esta ecoperegrinación para superar la ESO. Se trata de una experiencia de contacto con la Naturaleza oliendo a salitre, caminando entre carrizales, hinojos, playas desiertas, heridas algunas de contaminación, ramblas, florecillas en terrenos áridos, aves, saladares que rememoran películas de África, baños en aguas saladas, balnearios, paseos, lodos, espuma y montañas de sal, una encañizada que se recorre de norte a sur a nado o caminando como un bautismo étnico por el que te unes para siempre a este Mar Menor. Un sol de poniente vibrante. Seguiré caminando y acariciando sus aguas y especialmente por Los Nietos y Los Urrutias, porque son como el rayo que no cesa. Estos pueblos son la 'realidad sentida' del Mar Menor. Es por donde brota su rabia y su tristeza de un mar que anhela la esperanza de un mundo mejor. Solo seremos capaces de cambiar aquello que amamos y conozcamos. La ecología política sigue huérfana en los partidos con vocación de gobernar en nuestra región.

Somos una región de buenas gentes, personas bregadas y entregadas, también una región pobre con mucha desigualdad. Pintamos poco en el tablero nacional, somos como un laboratorio de avanzadilla. Y encima la falta de liderazgo, determinación, cultura y eficacia en la política regional es pasmosa. Descontaminar los ambientes en los que convivimos no va a ser fácil. Apartar la mediocridad tampoco.

En estas cruciales semanas para la Región, respetar al adversario y establecer puentes entre los hombres y mujeres de la política en los dos grandes partidos nos ayudaría a mejorar reputación, construir mejor Región y establecer vacunas contra los populismos. Reconocer las ideas del otro no es alinearse con él, es reforzar nuestra humildad y el sentido común, y hacer más gratificante y cercana la alternancia. Que la Asamblea Regional esté en una ciudad trimilenaria y abierta al mar como Cartagena debería ayudar a que su brisa marina causada por el 'calentamiento y enfriamiento' desigual de dos áreas vecinas guíe a sus señorías a buen puerto. Sentido de pertenencia y vertebración del territorio, todo lo bueno como la brisa del mar, está por llegar a la Región de Murcia.

En democracia, uno confronta su visión de la política y el mundo frente a otros. Respecto a 2019, el PP aumentó sus votos en un 36% y ganó. Ahora piensan en cómo hacer un gobierno o volver a convocar elecciones. El PSOE-RM perdió un 19% de los votos en las autonómicas respecto a 2019. La necesidad de reflexionar sobre estos resultados en este partido daría una gran oportunidad a construir alternativas de confianza para una mayoría de la población deseosa de cambios. Por eso es tan importante en los análisis contar no solo los que te votan, sino los que no te votan y por qué. De ahí que, en todo caso en la Región de Murcia, no solo 'disfrutamos lo votado' democráticamente elegido, sino también lo 'no votado' en un anhelo y necesidad de cambio. La alternancia es cosa de dos. Pero para saber dar, hay que saber recibir. En una sabia democracia, los votos del #SOSMarMenor no se ganan, se merecen.