La necesaria conexión ferroviaria para la comarca del Noroeste

Renfe, por su lado, como empresa pública, presta servicios que no resultan rentables desde el punto de vista económico, pero sí desde otros puntos de vista. En estos casos, el Estado los califica como Obligación de Servicio Público (OSP) y los subvenciona, utilizando criterios sociales, ambientales y de vertebración del territorio. De hecho, España dispone de una red ferroviaria (ancho ibérico) de 11.211km y la mayoría de las conexiones se mantienen como Obligaciones de Servicio Público. En el periodo 2025-2029 están presupuestados 4.151,5 millones de euros para este fin. Como ejemplo, Soria, con 40.750 habitantes, tiene una estación terminal y no electrificada, así como un ramal de 93 km que conecta con el trazado de la línea Zaragoza-Madrid. Los ingresos anuales de la línea Soria-Madrid cubrieron únicamente el 12,8% de los gastos, con un déficit de 5.887.273€ a cargo del Estado. La línea Soria-Madrid dispone de 30 circulaciones semanales, y se venden únicamente el 11% de las plazas ofertadas.

En otro orden de cosas, la inversión en infraestructuras ferroviarias por parte de la empresa pública Adif alcanzará una cifra de 24.100 millones de euros en el periodo 2022-2026.

La comarca del Noroeste y las localidades limítrofes, con cerca de 80.000 habitantes en la actualidad, dispusieron de una línea ferroviaria Caravaca-Murcia operativa entre 1933 y 1971. A su vez, la conexión con el centro de la Península a través de la estación de Calasparra, estuvo operativa entre 1865 y 2019. La longitud de la línea de ferrocarril entre Calasparra y Chinchilla, en las proximidades de Albacete, es de 88 km y mantiene sin desmantelar la infraestructura, traviesas y vías.

La comarca no dispone de ningún tipo de conexión mediante transporte público hacia el centro de la Península y por ende con el resto de España y Europa, lo que dificulta enormemente el acceso a y desde este territorio, especialmente a jóvenes, mayores, turistas, y en general a gran parte de la población. Esta carencia lastra el progreso y la prosperidad de la comarca y favorece el aislamiento y también la despoblación.

Por tanto, y por motivos sociales, ambientales y económicos, la consideración de nuevo por parte del Estado como Obligación de Servicio Público de la línea Calasparra-Albacete, y la inclusión de la infraestructura existente Calasparra-Chinchilla en la Red Ferroviaria de Interés General, sería coherente con todas las políticas nacionales y europeas en materia de desarrollo sostenible y favorecería la cohesión territorial y la prosperidad de la zona y de la Región.