Cuando vengas a Madrid, chulona mía

–¿Hay alguien por ahí?, preguntaban los maceros de los ayuntamientos.

Gestión. Menos mal que Pedreño, Luis Alberto, Juan María y Marisa, 'for example', se quedaron de guardia. Qué hubiera sido de nosotros ante tanta desbandada. Al final se desplazan tantos que acaban presentando Murcia... a los murcianos. Y poco más. Nos ha jodido mayo con el viaje y con las alforjas. Salva sea la parte del desfile de sardineros y huertanos en pleno centro capitalino y el concierto de Viva Suecia en Las Ventas. Alguien tendrá que hacérselo mirar. Fitur no es un 'tour' de escapadas, perdona que te diga. Fitur viene a ser una feria internacional de ofertas turísticas, donde el mayor riesgo que corres es el de quedarte solapado por la magnitud de lo que se ofrece. Es bueno acudir con poco exceso y mucha imaginación porque la mata da lo que da en una región infrafinanciada y con muchos índices de pobreza por mejorar. Un pabellón digno sin estridencias, entiéndeme. Con espacio para el evento, la gastronomía, la diversidad de nuestra oferta y pare usted de contar. El resto, despachos para que los agentes, agencias y pymes turísticas de la Región trabajen, contraten y nos traigan negocio. Esos son los que tienen que estar. Otra gestión es posible, querido Juanfran Martínez. Entre otras cosas, porque quienes te precedieron ya la hicieron. Cuando vengas a Madrid, chulona mía, que diría Agustín Lara, agudiza tu ingenio. Si no tienes pasta, al menos saca tu imaginación a pasear.

Embajadores. Esto de los embajadores de marca sí que está bien. Nada nuevo bajo el sol, porque ya lo fueron en otros tiempos Paco Rabal, Camacho o Mari Trini, pero está muy bien sacar producto a lo nuestro. Primero Carlos Alcaraz, Arde Bogotá y Viva Suecia. Y ahora Alejandro Valverde y Pedro Acosta. Pero no os quedéis, queridos fontaneros del Gobierno regional, en música y deporte porque acabamos paticojos. Cuando vayas a Madrid, chulona mía, rodéate de murcianos de la 'biutiful' madrileña, que los hay y a porrillo. Sugiero unos cuantos nombres: Pedro Guillén, Catalina Miñarro, Pepe Sánchez Bernal, Federico Trillo, Eugenio Galdón, Damián García Olmo, Pedro Luis Ripoll, Mariano de Prado, María González, Santiago Moreno, Teodoro García Egea, Elena Valenciano, Jaime García Legaz, Dimas Gimeno, Miguel Chendo, Encarna Piñero, Mariano de Paco, José Antonio Camacho, Ginés García Millán, Marta Nieto, Ruth Lorenzo, Pepa Aniorte, Sole Giménez, Carlos Santos, Xuso Jones, Daniel Albaladejo, Blas Cantó, Antonio Lucas, Cristóbal Gabarrón, Chencho Arias, Rosa Belmonte, Juan Soto Ivars y unos cuantos más que me dejo en el tintero. Hasta el mismísimo García Margallo, que aprendió a jugar al billar en la plaza Fontes, os puede valer, queridos fontaneros, por aquello de su infancia murciana. Son una legión de embajadores de esta tierra que arrastran por lo que son y son por lo que arrastran. Y no te sumo a Pérez-Reverte porque todos sabemos que a nuestro genial Arturo le gusta el papel de 'Juan sin tierra' y no siempre responde cuando se le llama.

Seducción. Así las cosas, a nuestros políticos les queda la vía Revilla. El cántabro se ha abierto un hueco entre los 'celebrities' de este país y cada mensaje que da es un impacto. O, por mejor decir, cinco millones de impactos, que, al precio que Juanfran Martínez paga sus campañas, son muchos impactos. El miércoles Revilla visitó 'El Hormiguero', programa líder, y promocionó la agricultura murciana repartiendo decenas de cestos de brócoli lorquino. Avispados los empresarios de La Hoya con Paco Gómez que lo nombraron embajador. Noelia Arroyo, la alcaldesa de Cartagena, por si acaso, se cogió del brazo de Imanol Arias no vaya a ser que cayera un 'robado' en 'Cuéntame' y López Miras se superó a sí mismo tratando de 'seducir' a la reportera de 'El Intermedio' Thais Villas, ingeniosa y con talento suficiente como para hacer entrevistas de humor canalla sin tener que recurrir a estampas sacrílegas. El 'ronroneo' entre nuestro Panochari y su entrevistadora llegó a tal intensidad que acabaron hablando de las ocho mudas de calzoncillos que el presi se había llevado a Madrid en la maleta. «¿Para qué tanto cambio de calzoncillos, presidente?», quiso saber la reportera para que Almeida acabase la faena: «Si lo hace es porque Fernando no da puntada sin hilo». El humor canalla, ya te digo, es un arma que carga el Diablo. Así que López Miras siguió cortejando a Thais hasta el punto de invitarla con insistencia a salir y tomar unas cervezas. Cómo sería la cosa que la cuenta oficial del programa llegó a lanzar un tuit situando a su reportera como primera dama murciana. El soltero de oro de la política nacional, como ya le conocen en todos los cenáculos madrileños, no para de promocionarse. Incluso cuando promociona a la mejor tierra del mundo.