¡Mátame camión, mátame!

El debate. Fue un ejemplo más del nivel de nuestra clase política. María José Ros fue la mejor, ¡qué lástima que no tenga partido! Y qué lástima que otros partidos tengan el candidato que tienen. Vélez y Antelo, los peores, el primero fue muy criticado en redes porque leía, y si lees, no comunicas. El segundo porque, como siempre, solo dice paridas, como que en la Región uno va por la calle esquivando machetazos. López Miras, aunque impostado, muy sobreactuado, estuvo bien, conocía los temas, se lo sabía y miraba a cámara, que en comunicación es lo mismo que mirar a los ojos. Lo del aceite de FER llamó la atención, mecachis, ¡menuda casualidad que había ido a comprar ese día! Y así llegamos al cambio de candidatos de la izquierda cuando Marín decidió reventar el debate y poner a los políticos murcianos, una vez más, como ejemplo de lo peor a nivel nacional. Y no tenía razón, la Junta Electoral decidió así porque Equo y Podemos eran un solo partido en la legislatura anterior y ahora se han escindido en dos. Les dieron la mitad a cada uno, salomónico. Al equipo de Marín le pareció mal, pero siguiendo su razonamiento, esto es, que debían estar los dos con el mismo tiempo por ejemplo que PP y PSOE, pues deberían haber estado allí los escindidos de Vox, esos de los conejos, y ya puestos, mi tío Casiano y la asociación de amigos del agaporni levantino, ¿no te jode?

PP/PSOE. Llegamos, a Dios gracias, al fin de esta deprimente y vergonzante legislatura sufriendo una campaña para olvidar: el PP actual, que en Murcia está en manos de cuadros competentes, ha hecho en general una campaña aceptable. No se les ve nerviosos y no hay acto al que no acudan, se esfuerzan y están bien organizados llegando hasta el último estrato de la sociedad. ¿Fallos? Hablar del AVE (su mayor cagada) y el cartelico de 'Para proteger el Mar Menor'. Otra pifia. Si haces algo y ves que das munición al rival en redes, ¡coño, espabila y quítalo! ¿Y el PSRM? Un desastre. Vélez laminó tras lo de Pedro Sánchez a todo aquel que apoyó a Susana o a Patxi. Pero en ese pogromo se quitó a gente de encima por la que se sentía amenazado porque eran brillantes. Por ejemplo, Emilio Ivars o María González y, claro, si juegas la liga con los peores y tienes a los mejores, no en el banquillo, sino en su casa, pues te hundes. ¿Estrategia política? Ninguna. Vélez lo fio todo al asunto de un agua que no consiguió, buscando desesperadamente un voto del agro que no es ya ni de PP, sino de Vox. Al tirar por ahí y no hacer bandera de la defensa del Mar Menor, se ha dejado miles de votos de gente socialdemócrata en la gatera. El Miteco y la ministra han ido en la línea correcta, pero él y su equipo, en la contraria. Y para rematar la cagada, en La 7 de «déjenme que les engañe yo». Y sí, he visto la frase entera, una cagada. Y para colmo, la imputación, que no fue sobreseída como él anunciaba.

Los demás. Y de los demás, pues un coñazo: promesas, las paridas de Vox de siempre, donde lo que más destaca es la detención por tráfico de drogas de su candidata en Parla, y Cs nadando y nadando para morir en la orilla; igual el debate de Ros obra el milagro y sacan algo. Que san Apapurcio nos comprenda.