'Inversiones Verdes' para el Día Mundial del Turismo

El último Barómetro del Turismo Mundial de la OMT, que nos muestra datos de enero a julio, indica el marcado avance del sector turístico. Así, durante este periodo se estima que más de 700 millones de turistas viajaron internacionalmente y que julio fue el mes de mayor actividad, con 145 millones. Sin datos aún del mes de agosto, nos damos cuenta de que ni los desafíos económicos ni geopolíticos consiguen paralizar un sector que se aleja progresivamente de la situación pandémica. Este crecimiento 'desaforado' lo hemos visto de forma muy clara indistintamente del tipo de turismo y de turista.

La propia Región de Murcia ha mostrado los mejores datos de su historia en número de pernoctaciones y visitantes este verano. Solo en el mes de agosto se registraron 434.778 pernoctaciones, según la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística, que indica un 3,6% por encima de los datos del mismo mes del pasado año. El crecimiento continuado de la afluencia turística a la Región es un índice que ha venido para quedarse.

Ante esta realidad, nos toca desarrollar y gestionar políticas sostenibles que contribuyan a la regeneración social, económica y ambiental de los territorios. Es evidente la necesidad de establecer cambios que conduzcan a la interacción entre las necesidades que tiene el espacio, las sociedades locales y el propio usuario turístico.

De este modo, los destinos deben abordar la aplicación de la sostenibilidad en la resolución de problemas en distintos contextos, contribuyendo a que el turismo tenga un impacto regenerativo en el territorio. Esto nos conduce a una nueva conciencia del turismo, donde los retos de ayer difieren de los de hoy, que serán los que garanticen la existencia del turismo de mañana. Estos retos deben tener como base dos aspectos: el respeto por el territorio desde una perspectiva local como base de confluencias sociales, culturales y económicas, y por otra parte, el equilibrio entre las necesidades sociales de consumo y las de subsistencia del propio territorio.

Los destinos son espacios interconectados, intergestionados, interrelacionados, interdependientes; donde multiactores de una gran cadena de valor necesitan fluir al amparo de un proyecto global que permita la confluencia de las distintas realidades y aporte crecimiento a la vez que soluciones a posibles conflictos. La disfunción de su economía, el amplio poder de los entornos digitales, las consecuencias de la tensión climática y la reposición de los valores éticos y socioculturales del turismo son desafíos que requieren decisiones y acciones que reflejen un claro interés por contribuir a generar esas tan necesarias 'Inversiones Verdes', que deben estar presentes en todos los estratos vinculados al sector.

La vulnerabilidad de los territorios ante la acción humana y natural es cada vez más patente; las consecuencias de los hechos que se han ido apilando, año tras año, empiezan a ser visibles. Así, vemos cambios que van a modificar el mapa turístico en distintas dimensiones y escalas, motivados por aspectos como las elevadas temperaturas que sufre el sur de España; los precios, que han tocado sin piedad el bolsillo de los turistas, la aparición de nuevos destinos, las diferentes formas de hacer y consumir ocio, la transición generacional, los modelos alojativos y, por último, la posible pérdida de interés social y profesional por el turismo.

Cabe por todo ello preguntarse cómo vamos a abordar los complejos desafíos a los que nos enfrentamos. Cómo contener el avance 'desaforado' de las necesidades sociales y abordar el pensamiento crítico de la contribución del turismo en el mundo. Son cuestiones que necesitan conocimiento y respuestas para mostrar a la sociedad el valor del papel del sector turístico y los desafíos a los que se enfrenta, que paradójicamente se apoyan e inspiran en esa misma sociedad.

Es evidente que necesitamos, de forma prioritaria, productos de consumo diferentes, que respondan a nuestra conciencia, que garanticen la reconciliación social; productos de conocimiento que se adelanten para dar respuesta a esas necesidades de consumo de hoy y que acompañen a un interés global ante la necesidad de definir cambios en la forma de hacer turismo. Cambios que contribuyan a la regeneración de un sector que es parte de cada uno de nosotros.