La festividad del Corpus Christi en Alcantarilla
Se celebra desde el XVIII y la encargada es la Archicofradía del Señor del Mundo, Santo Entierro y Corpus Christi
La festividad del Corpus Christi se celebra a los 21 días de la Ascensión del Señor y hay un dicho muy antiguo que dice: 'Tres ... jueves hay en el año que brillan más que el sol, Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión'. Desgraciadamente, los tres casi han desaparecido. La Iglesia, creemos que muy desacertadamente, los ha suprimido, por lo menos, de su antiguo día. En cuanto al Corpus, afortunadamente todavía se conmemoran, que sepamos, en algunas ciudades de España: Toledo, Sevilla y Granada, y, en nuestra provincia, en la villa de Archena, que, conjuntamente con la Virgen de la Salud, los tiene por patrón.
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Pero vamos a ceñirnos a la fiesta del Corpus en Alcantarilla, que se celebra desde el siglo XVIII, y es la encargada de su celebración la Archicofradía del Señor del Mundo, Santo Entierro y Corpus Christi, cuando, en el año 1756, encargan al orfebre murciano Antonio Graf la preciosa custodia, milagrosamente salvada de la furia iconoclasta de las turbas republicanas, que arrasarían todas las obras de arte existentes en los templos de la villa, durante la Guerra Civil de 1936.
Como se celebraba esta festividad hasta el año 1975, en su día propio, jueves, en la parroquia de San Pedro se hacía una misa solemnísima, prácticamente en latín, lengua tradicional de la Iglesia Católica y con la asistencia de todas las autoridades civiles y militares del municipio, presidida por el inolvidable párroco José García Martínez. Como anécdota, diremos que se llevaban al templo varias jaulas de pájaros cantores (canarios) que durante toda la ceremonia estaban cantando a la Eucaristía, dando la sensación de que estabas en el Paraíso. Ese día no había primeras comuniones. El altar mayor del templo estaba adornado con los estandartes de las cofradías y hermandades de la localidad.
Por la tarde a las 6 horas partía la procesión del Divino Cuerpo de Cristo. Tengo que decir que en Alcantarilla, como en otras localidades murcianas (Cartagena, Lorca, Archena, etc.), la procesión se hacía por la tarde por privilegio del obispo de la Diócesis, ya que estas procesiones suelen ser por la mañana.
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El Santísimo iba en una preciosa carroza, escoltada por cuatro sacerdotes ya jubilados e hijos de Alcantarilla, además de por tres números de la Guardia Civil que deban escolta a la citada Eucaristía. Detrás todo el clero local, Corporación municipal, teniente de la Guardia Civil, coronel de la base aérea de Alcantarilla y un largo etc.
Se hacían infinidad de altares durante toda la carrera, que casi era la misma que en los siglos XVIII y XIX, y era tal la cantidad de señores de riguroso traje negro u oscuro e incluso con las típicas blusas que usaban los huertanos para los días de fiesta, que solamente se permitía desfilar a caballeros, ya que los estatutos de la Archicofradía no autorizaban en las procesiones del Corpus y Viernes Santo que participaran elementos femeninos, pero sí iban todos los niños y niñas de primera comunión. Cuando la carroza retornaba a la iglesia, un sacerdote entregaba al párroco la Sagrada Eucaristía y desde el altar mayor bendecía a todo el pueblo.
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Tengo que decir que el domingo siguiente al Corpus se celebraba en la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción y por las calles del barrio de Campoamor otra procesión del Santísimo Cuerpo de Cristo, con igual solemnidad que la antes descrita y en la que participaban señoras sin el menor impedimento. Creo que en la capital se hace igual el domingo por la tarde en la parroquia de San Antolín.
En Alcantarilla, todo lo expuesto desaparecería, no sin una resistencia numantina de gran parte de todos los vecinos de este pueblo, en 1976, con la llegada de tres nuevos párrocos a San Pedro, San Roque y Ntra. Sra. de la Asunción y con la aquiescencia del entonces obispo de Cartagena-Murcia, Miguel Roca Cabanellas, que algún año después sería trasladado arzobispo de Valencia. Pero la idea del líder de los tres y párroco de la Asunción era hacer desaparecer todas las prácticas de piedad popular de la villa de Alcantarilla y lo conseguiría en su parroquia de la Asunción.
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