¿Franco ha muerto?

DEMASIADO PERRO ·

¿Para qué querían libertad si ya mandaban ellos?

Viernes, 4 de febrero 2022, 02:03

Como saben ustedes me interesa mucho la Guerra Civil y he leído un poco sobre el tema. También sobre el franquismo, asunto que política e ... históricamente me parece muy interesante. Cuando acaba la contienda, aquellos que se habían sumado al bando de los nacionales se encontraron ante sí con un horizonte expedito y lleno de posibilidades. Para ellos, claro. Media España estaba represaliada, exiliada o muerta, y había que reconstruir un país, así que todos aquellos que por uno u otro motivo se habían decidido por el bando ganador iban a disfrutar de las ventajas de haberse sumado a los vencedores rentabilizando los riesgos o peligros que habían pasado durante la guerra.

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Franquismo sociológico. Eso generó una parte de la sociedad que, durante 40 años, vivió muy pero que muy bien. Imaginen, por ejemplo: un joven estudiante de Derecho que hubiera sido afecto a los nacionales, hacía sus 'exámenes patrióticos', sacaba su carrera y se incorporaba de inmediato a la judicatura o a la fiscalía porque no había abogados casi. Ni médicos. Ni profesores. Si encima te metías un poco en política y teniendo en cuenta que había muchos cargos que repartir, mal se te tenía que dar para que no te cayera un cargo de los buenos. Eso implicaba buen sueldo, comer bien en plena posguerra, coche oficial, tus buenos jamones y cestas en navidades, y poder colocar a tus hijos, amiguetes o familiares. Ese tipo de gente, unos más convencidos, otros menos ideologizados, en una sociedad hastiada por la guerra y que evitaba ya cualquier asunto relacionado con la política, descubrió que con Franco vivían muy pero que muy bien. ¿Y las libertades? Yo les contesto: ¿para qué querían libertad si ya mandaban ellos?

La transición. No soy yo muy fan de Fraga Iribarne, pero mi amigo Juan Ramón Calero sénior me ha contado en muchas ocasiones cómo iban por esos pueblos de Dios dando mítines con AP que eran reventados sistemáticamente por los falangistas y aquellos individuos que no querían que el régimen cayera. Y sé del trabajo que les costó 'civilizar' a esa derecha chusca, casposa, rancia y cavernaria que se resistía a que viniera la democracia. Una de las cosas que más me maravilla de la Transición es esa: ¿cómo convences a cientos de miles de tíos que llevan 40 años viviendo de puta madre ellos y sus familias de que vas a meter un invento llamado democracia y es probable que dejen de mandar? Porque el asunto no es solo mandar, ojo: es vivir cojonudo, ganar pasta, llevarte los contratos oficiales y tener una vida estupenda y regalada. Pues bien, increíblemente salió bien. Hubo un sector de la derecha, tipos criados a los pechos del Movimiento Nacional como los Suárez, Fernández Miranda o los Fraga que 'domesticaron' a aquella caverna demostrando algo que no me canso de decir: a la ultraderecha solo la puede parar el centro derecha. Como hacen en Alemania.

Los cachorros. Y hete aquí que casi 50 años después de la muerte del dictador, cuando creíamos que el franquismo no existía, tras comprobar que las formaciones ultras en España no eran sino asunto de frikis, que nos encontramos con la reaparición de ciertas ideas y comportamientos censurables que antes no tenían cabida. Los hijos y, peor, los nietos de aquellos hombres de derechas que comprendieron que debíamos enterrar el franquismo, comenzaron a coquetear con ciertas poses, tendencias, frases y manifestaciones que entraban dentro de la más pura nostalgia antidemocrática. ¿Por qué? Porque ya había pasado mucho tiempo de la dictadura y muchos ya no se acuerdan, y porque en la 'psique' de esos zagalangos flota aquella leyenda de que en esa época 'vivíamos mejor'. Y cierto es, en esas familias se vivió muy bien durante 40 años. Algunos de esos zagalongos se sumaron al rollo ultra tras el intento de golpe en Cataluña del 1 de octubre pero otros, integrados en el PP, tienen un lío en la cabeza tremendo. No han terminado de entender que o aíslan a sus 'primos' de la facción dura o la ultraderecha les comerá la galleta. Ejemplo: lo de Lorca. No entienden que tienen que hacer como Merkel y la CDU y separarse de esa peña antidemocrática. Estos zagalongos no han leído, y no saben que, históricamente, siempre que la derecha moderada ha querido confraternizar con los ultras han sido devorados por los extremistas. Y si se lo dices, creen que les aconsejas mal, que eres un rojo. No sé si Franco ha muerto.

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