'Iugum Trete', recorremos una exposición diferente

A través de una veintena de óleos, López de Alarcón nos ofrece una apuesta diferente y cargada de actualidad, que tiene como principal objetivo poner en valor el faro como Bien de Interés Cultural y elemento histórico, pictórico y paisajístico de nuestra Región y reivindicar a través de la pintura el patrimonio cultural y natural de la tierra. Es un recorrido por nuestras minas y nuestras costas, presentando una serie de cuadros donde se mezclan elementos materiales, figurativos y paisajísticos, en una variada amalgama de colores.

Tras un emotivo recorrido por el ciezano Museo de Siyasa y la sala Adolfo Suárez de Abarán, con el aderezo de haber sido presentado un catálogo y ofrecidas una serie de charlas, 'Iugum Trete' llega por fin a Murcia, a nuestro querido barrio de Santa Eulalia, donde este mes de mayo los interesados en el arte y en la historia podrán viajar con su imaginación contemplando los cuadros hasta épocas remotas en un apasionante recorrido por el mar y la mina.

Desde lo alto del faro, mirando hacia la izquierda, López de Alarcón imaginó una mañana de verano que regresaba al tiempo de los romanos, y pintó una calzada que nos transporta envueltos en un halo de luz hasta un tiempo en el que la Nueva Cartago era un centro económico y político de primer orden. Por la vía romana la artista, profesora de educación secundaria, nos lleva luego a visitar las minas que comienzan donde se pierde la vista, doblando por lo alto Cala Reona. En el primer tramo de la sala habilitada para usos artísticos por la Delegación del Gobierno los castilletes mineros, los malacates y las huellas terrosas de la pirita nos hacen regresar en un loco 'flash back' hasta los intensos años de la minería y la especulación, hasta el tiempo del nuevo Dorado. El óleo titulado 'Cosmogonía' pone el acento sobre los desastres que afectan al patrimonio natural y arquitectónico, ofreciéndonos en rojo una visión apocalíptica donde podemos contemplar los colosos mineros abandonados, el olvidado monasterio de San Ginés de la Jara... y allí al fondo una preciosa estampa del Mar Menor.

Al volver la esquina los poetas levantinos nos traen de nuevo la esperanza, y es precisamente en ese punto del recorrido pictórico cuando la tierra se convierte de pronto en mar y la autora nos ofrece un colorista recorrido por nuestras riberas y nuestras playas, en un despliegue de tonos amarillos y azulados que nos llevan a una historia donde piratas, pescadores, monjes, mineros, guerreros y veraneantes son los protagonistas. Al fondo de la sala podemos contemplar tras el atardecer el ocaso: Joaquina sube despacio por Cala Roja hasta lo alto, donde con las luces del atardecer, desde el 'Iugum Trete', parpadean tímidos los primeros destellos de la luz del faro.