Fosforito en Lorca
TERCER MILENIO ·
Don Antonio Fernández Díaz es la gran referencia del cante jondo
Carlos Pardo, joven y excelente pintor murciano, heredero de una gran tradición artística familiar, que va desde su padre, Pedro Pardo, a su tío abuelo, ... Antonio Gómez Cano, expone estos días en la galería Arquitectura de barrio. El otro día asistí a una visita guiada del artista en la que recordó sus orígenes pictóricos. Al acabar estuvimos charlando y, como conoce mi amplia relación con el flamenco, hablamos de cante. Él, además de también músico y pianista, es igualmente un gran aficionado al cante jondo.
Le recordé que su padre ya lo era, como todo ese grupo artístico unido por la amistad y cierta bohemia de hace unas décadas, desde Párraga a Cacho o Pepe Marcos, hasta otros de mayor edad. Él los conoció –y convivió con ellos– de niño. Escuchaban a Camarón y a muchos otros pero, sobre todo, tenían como referencia entre los más grandes a don Antonio Fernández Díaz, 'Fosforito'.
Pues bien, dos días después de esa visita guiada en Arquitectura de barrio, invitado por la Peña Cultural Flamenca Ciudad del Sol de Lorca y por su presidente, Cayetano Padilla, al festival lorquino del mismo nombre, que cumple ya 31 ediciones, y donde Fosforito fue invitado de honor, ofreció una conferencia –a sus noventa años mantiene una cabeza envidiable– y recibió esa noche un sentido y bonito homenaje con el Teatro Guerra lleno y con la asistencia de las autoridades locales, encabezadas por el alcalde, Diego José Mateos.
Fosforito, tras ganar todos los premios del primer concurso de Córdoba, en 1956, ha tenido una de las más luminosas carreras, salpicada por todos los premios y reconocimientos imaginables, por ejemplo, el primer 'Patriarca flamenco' que se concedió, galardón que concede la Cumbre Flamenca de Murcia. En febrero también lo tendremos en la capital de la Región. Mi admirado maestro es actual 'Llave de oro' del flamenco, de la que solo se han concedido cinco en toda la historia del cante, desde el siglo XIX.
Hace muchos años fui pregonero de este festival, en una de sus primeras ediciones. Entonces el certamen pasaba por momentos difíciles, intentando hacerse un hueco. No eran muchos los aficionados que se acercaban al Teatro Guerra. Pero en las últimas ediciones se han implicado, por ejemplo, artistas locales como Perla Fuertes o Lola Arcas, realizando exposiciones o, como en el caso de Arcas, diseñando y realizando los trofeos. La perspectiva es hoy diferente. Fue una bonita noche en la que el ganador del concurso fue Miguel Ángel Lara, de Sevilla. Y todo a la sombra del gran Fosforito, el maestro por excelencia.
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