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El Estado del malestar

ARTÍCULOS DE OCASIÓN ·

Solo se predica la vaciedad y la incongruencia, con un batallón de ministros y ministras que no tienen idea de lo que hablan

Sábado, 29 de febrero 2020, 01:16

Desde que Galdós publicó sus 'Episodios nacionales' en 1873, hasta hoy mismo, España es la víctima que viene sufriendo de forma reiterativa idénticos males. Desde entonces a hoy predomina la confrontación estéril y el sectarismo político da la espalda al interés general; siguen los caciques de ayer convertidos en los impostores facciosos de hoy; la conspiración, los cabildeos y la ineficacia de antes es la misma que hoy, aunque antes usaran bombín y ahora luzcan coleta y pantalón vaquero de marca.

Es posible que los males de la España de hoy sean incluso peores que los de ayer. Hoy imperan las ideologías sectarias populistas y las exaltaciones partidistas con la temeridad del aventurero y el cinismo gubernamental es exhibido con desparpajo, sustituyendo a los principios éticos y solidarios por el interés del partido y el territorio. Hoy tampoco tenemos un solo Galdós, ni Unamuno, Maeztu u Ortega. Ni siquiera existe un solo líder sólido de izquierda o derecha con capacidad y autoridad moral para decirle a todos los impostores: «Hasta aquí hemos llegado».

Mientras tanto sigue creciendo el clima social de desencuentro e irritación, por lo que las instituciones democráticas están en grave crisis de credibilidad y un pueblo español abatido contempla cómo desaparece el Estado del bienestar fraguado durante la Transición que es suplantado por el Estado del malestar de hoy.

España se debilita aceleradamente con una coalición de gobierno que quiere imponer su programa social comunista como modelo de Estado, obstruyendo un consenso en torno a la Constitución y primando los privilegios económicos e indultos encubiertos a los sediciosos que no cesan en sus maquinaciones independentistas. Por estas cosas, este Estado del malestar emana este aire denso e insano que respiramos.

Sin quererlo o queriendo, Maduro, que es 'ese gran demócrata venezolano' y dictador de Venezuela, que goza de las simpatías y apoyo de los líderes gubernamentales españoles de hoy, lo ha dicho bien claro. Lo que hablaron Delcy y Ábalos en territorio español es secreto. De ese modo, Maduro ha definido con precisión que todo lo que se fragua en la trastienda de este Gobierno es política secreta. Esto es lo que da miedo: el secreto. Aunque luego lo desmientan, y esclarecida la evidencia de que mienten, vuelven a mentir.

Todo son secretos políticos en la política de Sánchez. Las relaciones y acuerdos secretos con Ezquerra Republicana, lo que se están diciendo y prometiendo, y a cambio de qué; la claudicación vergonzosa bilateral ante Torra, el que desde la Generalidad actúa impunemente con medidas desvinculadoras de todo lo español. Lo único que le interesa a Sánchez son sus votos a cualquier precio. El pago de la factura a su incondicional escudero el PNV, que siempre exige y se lleva la tajada más grande. ¡Qué vergüenza la transferencia de las pensiones rompiendo la caja única! ¿Es esa la ideología de solidaridad e igualdad, y la esencia que postula el PSOE de hoy? ¿Qué están haciendo con los principios socialistas estos inquilinos del Ferraz de hoy? ¿Dónde están los socialistas valientes y demócratas españoles de siempre, que no ven nada de lo que pasa?

La guinda del pastel se culmina con una venganza, una afrenta de parvulario contra la pobre y minúscula Región de Murcia, castigándola por su insumisa conducta electoral. No se le dará ni un miserable euro después de la turné en helicóptero de Sánchez por los territorios afectados durante el último temporal. Si no saben que en España no existen playas privadas, ¿qué podemos esperar de su gestión pública?

Nada de lo que está ocurriendo en la negociación del Gobierno de España y el independentismo catalán tiene que ver con un verdadero y leal propósito de diálogo para restablecer el orden constitucional en Cataluña. Lo que estamos viendo es un despropósito y descarado ejercicio de cinismo. La osadía de reformar todo un Código Penal solo para beneficiar a unos sediciosos irredentos que han delinquido y han sido condenados por la Justicia; que ahora se les libere aceleradamente por la puerta de atrás, aunque ellos reiteren que volverán a hacerlo, es sencillamente inmoral. Solo este desafío nos muestra un indicio de valores de Pedro Sánchez, PSOE y Podemos. Lo peor vendrá después.

Así es como el orden democrático constitucional puede desmoronarse de la noche a la mañana. La valentía de Angela Merkel, denunciando un «error imperdonable» de su propio partido, contrasta con la forma de hacer política del PSOE. Obama despierta de su retiro y dice: «Nuestra democracia está en peligro si la damos por sentada», es decir, con tanto apaño secreto con sus socios preferentes, olvidando la defensa de la igualdad de derechos y obligaciones para todos los españoles y aceptando poner sobre la mesa la innegociable integridad de España, es una estafa descomunal que hay que denunciar y parar.

Las cosas urgentes que hay que resolver se guardan en el cajón. No les importa mejorar las expectativas de todos los españoles, su único objetivo es secreto. Solo se predica la vaciedad y la incongruencia, con un batallón de ministros y ministras que no tienen idea de lo que hablan y lo más positivo que podemos esperar es que algunos aprendan a expresarse con propiedad. La foto campamental en la lujosa finca de Quintos de Mora lo explica todo. En esa foto no están los mejores como Morán, Borrell, Castiella, Fraga, Guerra, Abril Martorell, González o Suárez. Ahí, salvo excepciones, solo hay amiguetes.

Ahora, cuando las nuevas tecnologías están mandando al paro a una multitud de españoles, expulsados de fábricas y servicios, y sin que haya voluntad de activar una nueva Ley Electoral que corrija este caos, la enorme burbuja política sigue creciendo, hasta que estalle. Mientras tanto crece el Estado del malestar.

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