Matar al compañero

Se tiene más inquina al que cree que el proyecto actual del PSOE no es oportuno ni conveniente que a los que intentaron la ruptura de España

Miércoles, 1 de noviembre 2023, 01:05

Me cuentan que en Cehegín, donde sigo afiliado al PSOE, un militante propuso que se descolgara la fotografía de Felipe González. Desconozco las razones aportadas, ... aunque supongo que por traidor, crítico o derechoso. No sé el resultado, aunque sabiendo la cordura y sensatez de quienes dirigen el partido en ese maravilloso pueblo, al que tanto debo, añoro y quiero, estoy convencido de que no llegó la sangre al río. Como casi todos los murcianos saben, llevo muchos años sin participar en las lides internas, ni en los debates, si es que los hay, aunque de vez en cuando me permito reflexionar públicamente, aunque muy intermitentemente, sobre determinados aspectos regionales o nacionales, sobre temas internos o acerca de las posiciones que mantenemos los socialistas en aspectos políticos, económicos o sociales. Sin embargo, lamenté no asistir a la asamblea en cuestión, hace muchísimos años que no asisto a las mismas, aunque quizás ahora me anime a hacerlo, para apoyar fervorosamente la propuesta del compañero, dado que yo también pienso como él.

Publicidad

No hay ninguna duda de que no debe estar en las casas del pueblo del partido quien cogió un partido inexistente, a comienzos de los años 70, y lo convirtió en el eje de nuestra democracia y en un ganador desde la izquierda renovada, aunque, eso sí, se le olvidó depurar a todas las personas que provenientes, en mayor o menor grado, del régimen franquista ayudaron a que en este país se pudiera comenzar a pasar página de la guerra civil: imperdonable. Hay que olvidar a la persona que asentó la democracia, diciéndoles a los militares y fuerzas de seguridad del Estado cuál era su papel en el futuro, eso sí sin pasarles una encuesta para que le dijeran quién era franquista y quién no y enviarlos inmediatamente a su casa, a la cárcel o al exilio: irracional. Debemos borrar de nuestra historia y memoria a quien abrió España a Europa, aunque ello nos costara mantenernos en la OTAN, por terminar con siglos de aislacionismo, traicionando una inveterada costumbre patria: condenable. Que nunca se mencione, ni para bien ni para mal, a quien universalizó pensiones, sanidad, educación... eso sí, sin quitarles todo tipo de ayudas a las instituciones privadas que coadyuvan a prestar esos servicios públicos a los ciudadanos españoles: injusto.

Hay que denigrar a la persona que intentó gobernar para todos, que hizo de la convivencia una razón de Estado, que favoreciendo a los trabajadores no hizo de la clase empresarial su enemigo y mantuvo cierta transversalidad en su gestión, lo que por otra parte le permitía ganar elección tras elección, eso sí olvidándose de mantener empresas públicas más que deficitarias, de abrir trincheras entre los españoles, ¡qué se habrán creído algunos!, o de aplaudir a delincuentes: inadmisible. Debe encerrarse bajo siete llaves la memoria de quien modernizó España, de quien hizo de ella un país con una red de comunicaciones como nunca habíamos soñado, de quien la convirtió en uno de los países más descentralizados del mundo, manteniendo un claro equilibrio y una deseable cohesión territorial, aunque no se le ocurrió ofrecer determinadas competencias, como las de prisiones a vascos y catalanes, con lo bien que han sido gestionadas después para los de dentro, ni cambiar de opinión cada día con lo sano y razonable que es, ni, cuando había problemas, decir que había conflictos entre Cataluña y España, como si la primera no fuera un trozo de la segunda: inmoral. Por todo ello, y por todos los errores normales que los mortales, eso sí de sangre roja, cometen durante un largo mandato presidencial, que los hubo y alguno importante, avalan más que suficientemente la propuesta hecha en Cehegín, que espero se generalice a todas las agrupaciones de Murcia; ¡qué digo de Murcia!: de España.

Prometo acudir a la próxima asamblea y proponer que se descuelgue la fotografía de un tal Felipe y que, junto a la del actual secretario general, se coloquen las de Puigdemont y Otegi, que van a propiciar un gobierno progresista que nos va a llevar al edén de la convivencia y unidad entre españoles.

Publicidad

Y es que se ha conseguido hacer una organización en la que se tiene más inquina al disidente, al que cree que el proyecto actual del PSOE no es oportuno ni conveniente, al que hace públicas sus opiniones, si son contrarias al estatus, que a los que intentaron la ruptura de España, y que siguen en ello, y a los que mataban personas en presencia de sus hijos, ponían coches bomba que mataban niños o asesinaron compañeros del alma, a todos los que se está en disposición de perdonar. A un dinosaurio socialista, momia irredenta en la defensa de las libertades, la Constitución y la convivencia, le parecen un dislate monumental. Por ser prudente.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad