Si la sociedad no admite el libre desarrollo de la mujer, entonces la sociedad debe ser remodelada». Esta frase se atribuye a Elizabeth Blackwell, la primera mujer médica graduada en 1849 en Nueva York.
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En nuestro país, la primera médica fue Dolors Aleu i Riera en 1879, ginecóloga y pediatra. Desde entonces, la feminización de la medicina ha sido un proceso creciente, también en nuestra Región. Actualmente, más del 40 % del profesorado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia somos mujeres, con un avance firme hacia la paridad, aumentando progresivamente el número de profesoras y catedráticas; el alumnado femenino ronda el 70% y lidera la delegación de estudiantes en los últimos años. Desde 2018, Carmen Robles es la primera mujer decana de Medicina de la Universidad de Murcia. Este dato contrasta con el aportado por el estudio WOMEDS sobre mujeres en medicina en España, donde destaca que sólo el 27% de los decanatos de las facultades de nuestro país están liderados por mujeres.
Los primeros registros de mujeres en el Colegio de Médicos de la Región de Murcia aparecen sobre 1930, con las colegiaciones de la radióloga Ángela Santamaría y la obstetra María Huertas Campoy. La pediatra Isabel Montoya fue la primera presidenta del Colegio, de 2012 a 2020, y en 2021 las mujeres colegiadas ya pasamos a ser mayoría. En 2022, M. José Campillo se convirtió en la primera presidenta del Sindicato Médico de la Región. Actualmente en el Servicio Murciano de Salud (SMS), el 56% de los facultativos especialistas somos mujeres, pero solo un 30% ostentamos jefaturas de Servicio y menos del 25% ocupa cargos de dirección. A pesar de esta brecha de género todavía existente, es destacable el protagonismo actual de la mujer en la cúpula del SMS, con Isabel Ayala al frente de la gerencia, y el impacto progresivo esperable de los dos planes de igualdad (2016 y 2023) aprobados, el primero de los cuales fue redactado en mi periodo al frente de la Consejería. En el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB Pascual Parrilla), el 52% somos mujeres y el 35% lideramos líneas principales de investigación, con presencia progresiva en los comités y órganos de dirección.
El camino no ha sido fácil, y aunque se ha avanzado mucho en la Región, las acciones políticas y sociales siguen siendo necesarias para evitar la discriminación de las mujeres. Es imprescindible cerrar la brecha de género, eliminando los obstáculos que impiden a las mujeres que lo merezcan ocupar los puestos de responsabilidad y liderazgo correspondientes.
Este 8 de marzo vuelve a ser una excelente oportunidad para renovar nuestro compromiso social por la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y construir entre todos un mundo mejor.
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